La Asociación Bancaria, que ya declaró a los empleados del Nuevo Banco Rioja en estado de "asamblea permanente", está reclamando una audiencia con el gobernador Luis Beder Herrera. La semana pasada la Legislatura, por iniciativa de los diputados del oficialismo, le quitó a la entidad financiera la exclusividad para el manejo de las cuentas estatales y el pago de sueldos de empleados públicos. Según el titular del sindicato, Orlando Gómez, eso pone en riesgo la estabilidad laboral de casi la mitad de los empleados bancarios de la entidad, con sucursales en Capital y el interior. La ley, cuestionada, autoriza al gobierno a contratar los servicios de otras entidades bancarias, aunque ninguno de las sucursales de bancos radicados aquí tiene la infraestructura ni el personal suficiente para atender de modo exclusivo al Estado. Mientras tanto, el gobierno ha mantenido un prudente silencio tras la sanción de la ley y se espera que esta semana defina su posición. El directorio del Nuevo Banco Rioja convocó a los accionistas a asamblea general extraordinaria para el 7 de julio a las 11 en el domicilio de Rivadavia 702, a fin de considerar “la propuesta para incrementar el capital social y modificar las formas de integración del directorio y del comité ejecutivo, como así también las condiciones para que tengan validez las resoluciones de dichos órganos de administración”. En su punto tercero la convocatoria plantea que “en caso de no resolverse favorablemente lo coincidido en el punto segundo, establecer las medidas a adoptar para evitar un deterioro económico financiero del Banco”, situación que abre interrogantes sobre lo que sucede en la institución bancaria provincial.
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