LA JUSTICIA FEDERAL INVESTIGA LA CAUSA DE LA JOVEN RECUPERADA EN EL B° HOSPITAL.

El caso del presunto secuestro de mujeres menores para someterlas a la explotación sexual podría ser investigado desde esta semana por la justicia federal, porque los investigadores creen estar en presencia de una banda dedicada a esos crímenes, dijero fuentes policiales. Se trata de los cuatro sujetos detenidos el pasado martes a la madrugada en una casa del barrio Hospital, Sector IV, donde fue recuperada una chica de 17 años, riojana, de nombre Tamara. Luego, la policía identificó también a otra joven de origen tucumana, la que también habría sido presionada por los imputados para el ejercicio de la prostitución, señalaron fuentes judiciales. Lo cierto es que la causa, desde el fin de semana, pasó a estudio del juez federal Daniel Herrera Piedrabuena porque el juez penal Daniel Barría se inhibió y este lunes será motivo de revisión por parte del fiscal, Darío Illanes, y los policías a cargo del caso. Tras ello, la justicia federal decidirá si continuará la investigación o devuelve el expediente a Barría. El hecho de que la investigación pueda ser ‘aceptada’ por el juez federal y que el juez penal de La Rioja Daniel Barría la haya trasladado a esa competencia, implicaría que existen pruebas sobre el posible delito de trata de personas. Ese delito, solo puede ser investigado por la justicia federal y, por esa razón, Barría declaró su incompetencia y le dio traslado. Los detenidos por la policía y sospechosos de integrar una banda dedicada a la trata de blancas -explotación sexual de mujeres, en su mayoría menores- son José ‘El Chenga’ Gómez, Ricardo Javier Cuello, Rodolfo Javier Bondanza y Diego Fernando Pérez. Por ahora, siguen presos pero bajo disposición de Herrera Piedrabuena. En el caso de Gómez, le sobran antecedentes en la materia. Es uno de los imputados por el presunto secuestro y explotación sexual de la joven tucumana María de los Ángeles ‘Marita’ Verón, aún desaparecida. La joven recuperada fue hallada en el interior de la mencionada vivienda junto a tres de los detenidos. Algunos vecinos vinculados a los imputados dijeron que la chica era asidua asistente a la casa y negaron que haya sido obligada a permanecer allí y prostituirse. Pero fuentes judiciales consultados, tienen elementos de prueba para inferir que se trataría de una banda vinculada al tráfico y explotación sexual de mujeres.