miércoles, 23 de septiembre de 2009

PARA ELINDEC LA POBREZA AFECTA AL 17% DE LA POBLACION EN LA RIOJA.

El Indec sigue sorprendiendo. En un semestre difícil para la economía local y el mercado laboral por la crisis internacional, para el intervenido organismo oficial la pobreza siguió bajando. El Instituto informó que se redujo hasta el 13,9% de los argentinos al finalizar la primera mitad del año, mientras que el 4% cayó por debajo de la línea de indigencia. En La Rioja, las cifras oficiales muestran al 17,4 por ciento de la población bajo la línea de pobreza y al 4,8 por ciento bajo la indigencia. Estudios privados, especialmente de la Universidad Católica Argentna, muestran que la pobreza en la provincia afecta a mas de la tercera parte de su población. Para el Indec, la tasa de pobreza cayó 3,9 puntos porcentuales respecto al mismo periodo de 2008, cuando había sido de 17,8 por ciento, y 1,4 puntos respecto al segundo semestre de el corriente año. A su vez, la indigencia se redujo 1,9 puntos con relación al primer semestre del año pasado, momento en el que se había ubicado en el 5,9 por ciento. De todas formas, el asombro se diluye al repasar los últimos cambios en el cuestionado organismo. El 1 de septiembre, la intervención nombró a Claudio Comari al mando de la elaboración de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Comari, a quien trabajadores de ATE acusan de formar parte de la “patota” del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, fue incorporado al área luego de que en julio el instituto oficial pasara a depender del Ministerio de Economía. De esta forma, con el nombramiento de este ex piquetero y experto en estadísticas, se completó el desplazamiento de Cyntia Pok, una de las encargadas de diseñar la matriz original de la encuesta, quien denunció que el problema no es metodológico sino de manipulación. En agosto, el umbral de la pobreza, calculado por medio de la Canasta Básica Total (CBT), que incluye alimentos y servicios para la subsistencia de una familia tipo, quedó establecido en $ 1025,13. Por otra parte, el organismo estableció en 453,33 pesos el valor de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que fija la línea oficial de la indigencia. Más allá de las estadísticas oficiales, los números privados ven otro escenario completamente distinto. Entre ellos, SEL Consultores, de Ernesto Kritz, relevó en Capital y el Conurbano, a fines de mayo, una incidencia de 31,5%, y de 36% para los partidos bonaerenses. “Esta divergencia marca la brecha entre lo que está ocurriendo realmente y lo que se está informando en el organismo”, dijo el especialista en declaraciones a la señal de cable TN. Kritz atribuyó esta diferencia a dos factores. Por un lado, la subestimación de la suba en la canasta básica de alimentos seguida por el Indec (2,5% para el organismo contra 8,2% para SEL, en el semestre). Por el otro, la sobrestimación de la suba de los salarios en el sector no registrado, el más vulnerable. “No se entiende que hayan trepado 14% en un contexto recesivo”, comentó. En tanto, en su último informe sobre condiciones sociales, la Universidad Católica calculó que la incidencia de la pobreza asciende al 39% de la población. En las cifras oficiales, la reducción de la pobreza y la indigencia en el último semestre contrasta con la marcada suba de la desocupación y subocupación medida por el propio organismo para el mismo período. La desocupación trepó en el primer trimestre hasta 8,4% (desde un 7,3%) y en el segundo a 8,8 por ciento. El director del Indec, Norberto Itzcovich, dijo en distintas declaraciones públicas que se revisaría la metodología que se utiliza para medir la pobreza, porque según reconoció, “algunos pueden sentirse excluidos”. La medición de la pobreza se efectúa a partir de canastas que determinan líneas en relación a los ingresos. “No nos deja conformes”, había dicho Itzcovich. Recientemente, el Indec se comprometió con el Consejo Académico a publicar en internet la base usuaria de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Esta base de datos se dejó de publicar en el primer trimestre de 2007, algo que limitó investigaciones y la elaboración de índices privados. Según justificó Itzcovich, la información “no se retiró de la página de internet por un capricho, sino porque las bases de la EPH anteriores estaban mal hechas, con infinidad de inconsistencias”. Tal fue la excusa para el cambio en el índice de precios, que agravó las sospechas de manipulación. Entre sus argumentos, dijo que en las bases de la EPH había “niños de 4 ó 5 años terminando la escuela secundaria, o personas que, teniendo igual nivel de ingreso, en la distribución aparecían distintos, o un abogado que cobra un millón de pesos un mes y al otro nada, aparecía como pobre”. Transcurrido más de un mes desde el anuncio de las reformas en el Indec, el instituto no recupera la credibilidad y los datos sobre la situación de la pobreza en el país continúan ampliando la brecha con los números privados. El nuevo Indec, bajo la órbita de Boudou, no ha logrado trascender las viejas prácticas .

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