Otra vez Greenpeace usó un modo singular de expresar su rechazo a la explotación minera que Barrick Gold realiza en San Juan: activistas disfrazados de piratas fueron a la casa de esa provincia con carretillas cargadas de oro. La interpretación buscó responsabilizar al gobernador José Luis Gioja de los daños ambientales que pueda causar la firma canadiense y solicitar la aplicación de la ley de glaciares, sancionada el año pasado pero suspendida por varios fallos judiciales. El 8 de mayo, Gioja buscará en un plebiscito ser habilitado a su tercera reelección. “Debemos ponerle un freno a la Barrick. Esta empresa canadiense ya afectó glaciares del lado chileno en la etapa exploratoria del proyecto Pascua Lama, y ahora con sus amparos judiciales está impidiendo que se la audite para corroborar si, como se sospecha, está afectando glaciares del lado argentino”, señaló Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace. Agregó que “los recursos de amparo presentados por Barrick y por un conjunto de empresas proveedoras de la minera en San Juan son un acto de autoincriminación. Lo más grave es que el tanto el gobierno de San Juan como el Gobierno Nacional actúan de manera cómplice al no avanzar con el inventario y las auditorías ambientales a las empresas. Convocamos a todos los argentinos a frenar a la Barrick y a sus cómplices”. Greenpeace, junto a más de cuarenta asambleas ciudadanas, organizaciones sociales, ambientalistas y políticas, lanzaron una campaña de junta de firmas en la calle y desde sus páginas webs para reclamar la vigencia de la Ley de Glaciares como también “la urgente realización de las auditorías ambientales y el levantamiento de las medidas cautelares presentadas por la empresa Barrick Gold”. Ya subscribieron 100 mil personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario