En la mañana del miércoles, el candidato a gobernador por el Frente Unión Riojana, Ángel Eduardo Maza, participó de la mesa política en Radio Provincia, encabezado por su conductor Pablo Laboranti y los periodistas Marcos Juárez y Julio Aiub Morales. En primer lugar, Maza manifestó su sorpresa por el adelantamiento de los comicios provinciales y por la falta de concreción del acuerdo con Julio Martínez. “Me lamentaba que no existiera una alternativa”, comentó, al tiempo que aclaró -en forma reiterada- “me podría haber quedado tranquilo y mirar, pero decidí participar”. En este marco, criticó el sistema de colectoras, al considerarlo como parte de una “actitud picaresca” del gobernador Beder Herrera para que “todos le sumen”. Además, “los candidatos tienen votos que no tienen”, agregó. Igualmente, embistió contra la apresurada implementación del voto electrónico. Es “una vergüenza”, expresó; a la vez que aclaró: “sería un salto muy importante para nuestra provincia”, pero reflexionó que es una “buena iniciativa” que queda bastardeada. “La gente tiene temor; la gente dice: quieren hacer fraude”, finalizó. En cuanto al plan de gobierno a implementar en el caso de volver a la Casa de las Tejas, entre otras cosas, Maza prometió una “una sociedad donde se pueda volver a participar”. Asimismo, anunció un “aumento sustancial de los sueldos”, en base a la triplicación del presupuesto provincial en relación a cuando dejó el Poder Ejecutivo. Maza se mostró preocupado por el marcado cambio climático que se nota en el mundo entero y proyectó la necesidad de pensar en cosechas que se adapten a un futuro rendimiento. En este sentido, razonó: “en un gobierno no vamos a solucionar el cambio climático, pero sí se pueden prever sus consecuencias”. Para ello, propuso la creación de la Secretaría de Prevención de Desastres Naturales para darle especial atención a la ecología. En reiterados tramos de la nota, el ex mandatario provincial no ahorró reproches contra su sucesor. Primeramente, reconoció errores durante su gestión, pero aclaró nunca cometió acto de corrupción alguno. En este punto remarcó las diferencias con Beder Herrera. “Yo conozco a esta persona que está gobernando y les digo: no es lo mejor para el futuro de La Rioja porque no tiene ningún programa de gobierno”, dijo. “Se viola absolutamente toda norma administrativa. Los gastos se habilitan vía mensaje de texto. Está prohibido manejar dinero en efectivo y todos andan con valijas de dinero. Hay una política deliberada en sacar los fondos del estado, vía ONG, vía SAPEM, para evadir los controles”, añadió. Reconoció que el aspecto educativo “es lo mejor que está funcionando”, aunque explicó que responde a una política que se baja a nivel nacional. Además, expresó que “ahora hay 3 veces más plata” que cuando él estaba al frente de la provincia, sin embargo “esto no se refleja en el bienestar de los riojanos”, señaló. En otro orden, pero manteniendo el tono crítico hacia la actual gestión, manifestó que el Gobierno nacional “nos ve como una provincia gobernada por un zalamero y se nos ríen. Afuera no nos ven como una provincia seria, no van a venir a invertir aquí”, sentenció. Un tanto evasivo y, a la vez, desconsolado, respondió escuetamente sobre sus últimos días al frente de la gobernación. “Lo que cometieron conmigo fue una gran injusticia, fue un golpe de Estado”, definió. Confesó que, por aquel entonces, ya “sabía que Beder Herrera estaba conspirando”, pero que pensó que no tenía de qué preocuparse porque no había cometido ninguna falta. “Lo que yo aprendí con fuerza es que en política las cosas no son como son sino como parecen”, se sinceró. En cuanto a los hechos de violencia vividos durante la llamada Toma de la Legislatura, consideró que se trató de “un forcejeo” y expresó que “fue más grave el golpe institucional que hicieron” desde el bederismo.En relación a lo sucedido en Casa de Gobierno, horas antes de ser desalojado de la misma, acusó a un grupo enviado y a la “policía cebada” de promover los destrozos ocasionados y de ser parte de “una actitud premeditada”. Al ser consultado si su intención es regresar al poder político en busca de venganza, Maza insistió: “yo no quería ser candidato. ¿Revancha?, nada que ver”. Maza lamentó no haber podido concretar el acuerdo político con el radicalismo y argumentó que la iniciativa se malogró porque Julio Martínez no pudo dirimir sus conflictos internos. “Nosotros queríamos construir con el radicalismo; pero para mí el ‘Diablo’ metió la cola”, disparó. Sostuvo sus sospechas, evaluando la campaña en Capital: “el candidato a intendente radical (Guillermo Galván) aparece con más publicidad oficial que los candidatos oficialistas”, dijo. En esta línea, acusó al Gobernador de “desnaturalizar a un verdadero partido de oposición”. De todos modos, se comprometió a sumar en su gabinete “en el más alto cargo que sea necesario” al titular del Comité Provincia de la UCR, Julio Martínez, en el caso de volver a hacerse cargo de la provincia.
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