Es que desde este mes hasta fines de octubre, la firma brasilera que hoy está al mando de la planta ubicada en Nonogasta, decidió trabajar con una reducción del 20 por ciento de su jornada laboral, razón por la cual sus empleados sufrirán perdidas en sus salarios. Mientras, el gobierno provincial busca prorrogar un subsidio nacional para los cerca de 850 trabajadores de la curtiembre. Entre julio y Octubre de este años los empleados de la curtiembre de Nonogasta trabajarán con una reducción del 20 por ciento de la jornada laboral, lo que impactará en los haberes que perciban durante este periodo. La decisión se tomó ante las autoridades de la Secretaría de Trabajo -sede Chilecito- por la presentación de un procedimiento de crisis oficializando por la firma brasileña en los primeros días de julio. El acuerdo entre los nuevos dueños de la ex curtiembre que administraba la familia Yoma, se selló el 7 de julio pasado y tendrá vigencia hasta el mes de octubre. Fuentes oficiales manifestaron que el acuerdo está dentro de los parámetros que establece la ley 24013 y destacaron la predisposición puesta de manifiesto tanto por la empresa como por los trabajadores para arribar a un consenso. Los incovenientes de funcionamiento de la curtiembre de Nonogasta no es nueva. En los primeros meses del año la firma tuvo problemas para cancelar compromisos asumidos con los ex empleados que cortaron el acceso a la ciudad de Chilecito en los días próximos a la Semana Santa. En esa oportunidad, el problema se superó por la intervención del gobierno que gestionó un crédito para que los pagos no se sigan postergando y diluir el conflicto con los ex trabajadores. Luego, a mediados de junio el colapso estalló entre los operarios de la planta por atrasos en pagos de haberes e items que componen el salario de los trabajadores del cuero. Por intervención de legisladores provinciales de la zona, el gobernador Luis Beder Herrera recibió a la comisión del gremio que planteó los inconvenientes en una reunión que se concretó en la residencia de gobernadores. Días más tarde los empresario de Curtume pasaron por la residencia pero no hubo información oficial de la problemática planteada al mandatario ni las alternativas que se plantearon en ese escenario para superar los conflictos con los trabajadores. Una de las últimas variables que manejó la empresa para explicar la situación fue la falta stock de cueros -escasez de materia prima- en el país para trabajar en la planta, lo que incluye a Curtume dentro de una realidad que atraviesa el sector en todo el país.La situación afecta a todos los empleados de la planta de Nonogasta, que superan los 850 trabajadores que además están a ala expectativa de que el Ministerio de Trabajado de la Nación apruebe la inclusión de la empresa dentro de los Programa de Recuperación Productiva (REPRO) que se instrumentan para sostener el empleo en las empresa en crisis.
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