En nuestro país, el salario mínimo legal está fijado por el Ministerio de Trabajo en $1.840, aunque en los últimos días la CGT reclamó una suba para que se ubique en un nivel en torno a los $2.200 y $2.600. En este sentido, los datos oficiales de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec correspondientes al último trimestre de 2010 señalan que el 24% de los asalariados de todo el país tiene una remuneración inferior al salario mínimo legal Así, según esta misma fuente oficial se puede observar que, por ejemplo, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires el 11% de los asalariados gana menos que el salario mínimo, en las provincias del norte argentino el 42% de los asalariados gana menos de lo que se establece en el salario mínimo, vital y móvil. Por supuesto que las situaciones en un lugar y otro están lejos de ser equivalentes: la Ciudad de Buenos Aires, centro neurálgico de producción tanto comercial como simbólica del país, cuenta con un producto per cápita 5 veces más alto que en el norte del país y las remuneraciones superan el salario mínimo legal en casi el 90% de los casos En contrapartida, en la zona del norte los niveles de productividad son notoriamente más bajos que en la Capital, y el cumplimiento con el salario mínimo legal también es menor. Según expertos, el estado de los caminos, el servicio ferroviario y el transporte aéreo son deficientes. La escasez de energía eléctrica y centros educativos calificados son algunos de los motivos de esta inaceptable precarización de niveles de vida en esas zonas de nuestro país. Por su parte, en la zona de la Patagonia el 14% gana menos que el salario mínimo, mientras que en la región pampeana lo hace el 24%, y en Cuyo, el 30%, también según los últimos datos brindados por el Indec.
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