En su carácter de jefe de campaña de la fórmula oficialista que encabeza la vicegobernadora Teresita Luna, el intendente capitalino Ricardo Quintela opinó el lunes que "es un sacrilegio" obligar al senador Carlos Menem a afrontar una nueva campaña poítica, porque "no está en condiciones físicas adecuadas de someterse a la exposición pública". El jefe comunal, uno de los primeros en "jubilar" políticamente a Menem a comienzos de la década pasada, cuando comenzaba a asomar Néstor Kirchner, dijo ahora que no le preocupa el presunto crecimiento de la imagen política del ex Presidente ni tampoco el apoyo que ha recibido del gobernador Beder Herrera: "es su estrategia", consideró. Menem es el principal candidato "opositor" al oficialismo. Encabeza como candidato a la reelección como senador las listas del Frente Popular Riojano, al que Beder Herrera le sumó dirigentes de su riñón como Griselda Herrera, primera candidata a diputada e Hilda "Beba" de Soria, compañera de fórmula de Menem al Senado. En las primeras semanas de campaña, algunos sondeos de la opinión pública dieron una alta imagen positiva e intención de voto, lo que comenzó a preocupar al lunismo y al quintelismo, que tienen mucho por arriesgar en las primarias del 14 de agosto y en las legislativas y presidenciales del 23 de octubre. Por eso, Quintela apuntó a desgastar la cansada figura de Menem, quien acaba de cumplir 81 años. "Aprecio a Menem pero es un ciclo concluído. El mejor homenaje sería que pasara sus últimos años de la mejor forma, sin exponerlo políticamente", consideró el jefe comunal. Cuando lo "sumó" a la causa K como fórmula "muletto", Beder dijo que lo hacía en "homenaje" a la figura del ex Presidente y con el respaldo de Cristina Kirchner. El cristinismo quiere que, en el Parlamento, la mayoría de los legisladores a partir de diciembre se sumen al proyecto oficialista, en caso que la Presidente logre la reelección. Y Menem se ha mostrado dispuesto a eso. Por eso, el oficialismo local quiere que el actual senador renueve su mandato entrando por la banca destinada a la oposición; la misma que tiene ahora.
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