El año próximo, los argentinos trabajarán menos y descansarán mucho más: por cada dos días laborables tendrán uno libre. ¿Cómo es posible? El calendario de 2012, según publicó en su página web el Ministerio del Interior, marca 17 feriados nacionales, al igual que sucedió este año. Pero la diferencia sustancial para el año que viene es que la cantidad de fines de semana largos se incrementará de ocho a diez. Así, el total de días de descanso, teniendo en cuenta también los fines de semana ordinarios, se elevará al número récord de 121, un tercio del año. Incluso, los fines de semana largos podrían ser, en realidad, once, si la Cámara de Diputados convierte en ley un proyecto que ya aprobó el Senado para incluir como feriado extraordinario el 27 de febrero -será lunes-, cuando se cumpla el bicentenario de la creación de la Bandera. Si a esos días no laborables se les suman, en promedio, diez días hábiles de vacaciones por trabajador la cifra llega a unos 130. Y eso no es todo. También están contemplados en el calendario oficial otras diez o doce jornadas no laborables por festividades religiosas, como las Pascuas Judías o el Año Nuevo Islámico. En ese caso, los días de descanso sumarían alrededor de 140, lo que superaría cómodamente un tercio del año sin marcar tarjeta. Sólo en enero y marzo no habrá días feriados en jornadas laborables, es decir, de lunes a viernes. El 24 de marzo, por ejemplo, que se celebra el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia y está catalogado como feriado inamovible, caerá sábado. Septiembre, en tanto, es el único mes que estará libre de festividades. "La estrategia de distribución criteriosa de los feriados a lo largo del año tiene como objetivo la previsibilidad, al permitir con una antelación de tres años la planificación de las pausas laborales y los desplazamientos -dijo a La Nación el ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer-. También favorece la disminución de los efectos negativos de la estacionalidad, generando una mejor distribución en el tiempo de los flujos de turistas, con una consecuente reducción del porcentaje de capacidad ociosa instalada en los espacios turísticos, lo cual permite, a su vez, la diversificación de la oferta." Abril tendrá una sobresaliente particularidad para el sector turístico y para aquellas personas adictas a las minivaciones, siempre que el bolsillo lo permita, claro, ya que el tiempo lo cede oficialmente el Estado. A favor del descanso, abril será un mes sin parangón. Tiene la particularidad de tener sólo 17 días hábiles, casi un cincuenta por ciento de descanso por otro tanto de esfuerzo dedicado a la producción. Aunque febrero no se queda atrás, ya que si el proyecto del senador socialista Rubén Giustiniani, que pretende instalar al 27 de febrero como feriado extraordinario, prospera en Diputados, ese mes, que en 2012 contará con 29 días, tendrá dos fines de semana largos y un total de 18 días hábiles. El año bisiesto también ofrecerá otras particularidades, como la llanura ociosa del período comprendido entre el 31 de marzo y el 8 de abril, cuando sólo habrá que ir a trabajar el martes 3 y el miércoles 4, previo al fin de semana largo de Pascuas.
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