El intendente de Famatina, Ismael Bordagaray, reconoció el miércoles por la tarde que “no hay dudas” que algunos ambientalistas consumían sustancias prohibidas en el corte de Alto Carrizal, departamento Famatina, que se oponen a la minería que impulsan los gobiernos provincial y nacional. Así Bordagaray siguió la misma línea que había trazado la asambleístas, Marcela Crabbe, quien dijo que ese fue uno de los motivos por el cual se levantó el acampe pero no el corte, aunque luego trató de culpar a la prensa por lo que ella había dicho. En declaraciones a Radio Independiente, el jefe comunal famatinense dijo que “si hay consumo o no de estupefacientes en algunas personas, que lo debe haber seguro no hay dudas, es otra cosa totalmente distinta”, tras la preocupación planteada por el Gobierno, a través de la Secretaría de Deportes y Adicciones. Para el intendente, el consumo de sustancias prohibidas no un tema excluyente, ya que darle importancia se perdería el fondo del reclamo contra la minería. “Repudiamos esas declaraciones porque no tiene nada que ver una cosa con la otra, los reclamos de la gente van por un lado, y si hay consumo o no de estupefacientes en algunas personas, que lo debe haber seguro no hay dudas, es otra cosa totalmente distinta”, sostuvo Bordagaray, al rechazar la preocupación del secretario de Adicciones, Alberto Andalor, con el propósito de bajar programas oficiales contra las drogas. Al respecto, el famatinense sostuvo que “el tema es que se sepa diferenciar y que no se tome de cualquier lado el gobierno para intentar deslegitimar esta propuesta”. Por eso, consideró que fue una “desacertada declaración” la del secretario de Adicciones, al afirmar que los famatinences “nos hemos sentido ofendidos y doloridos”. Fue a raíz que Andalor dio a entender que hubo violencia en las marchas porque los pobladores se encuentran “rodeados de cuestiones relacionadas con la drogadicción”, dijo el titular del Ejecutivo de Famatina. Las afirmaciones de Bordagaray las hizo tras que la asambleísta Marcela Crabbe explicó por Radio La Red que uno de los motivos por el cual se levantó el acampe en el paraje Alto Carrizal en contra de la minería se debió que en el lugar "hay gente que consume sustancias prohibidas, lo que provocó el miedo por una posible intervención de la Gendarmería" y agregó que “una cosa es ayudar y otra cosa es imponer formas de vida”. En ese marco, el intendente informó que no tuvo la oportunidad de dialogar con Crabbe. Sin embargo, sostuvo que “hay que tener cuidado con lo que sale en la prensa porque lees una página y dice una cosa lees otra y es como si fueran dos provincias distintas”. A raíz de la trascendencia que tomó los dichos de Crabbe, la ambientalista acusó a la prensa para desvirtuar sus propias palabras. En ese sentido, Crabbe consideró que hay una “campaña de desprestigio” de los “medios ultra-oficialistas”. Al ser consultada sobre el consumo de estupefacientes por parte de quienes realizan el corte, Crabbe fue tajante por Radio Provincia: “rotundamente no”. Expresó que no dudan en que “el gobernador meta a alguien y llegue droga” al campamento, por lo que también fue argumento para que se tomaran otras medidas en el lugar. Añadió que la acción de infiltrar gente entre los asambleístas ya se vio durante la última marcha en las localidades de Campanas y Pituil, donde hubo lanzamiento de piedras y huevos a los móviles policiales y a los domicilios de los referentes pro-mineros. “Fue gente infiltrada mandada por el gobernador de la provincia. El gobernador de la provincia manda a su gente infiltrada para después hacer cargo a los asambleístas de los incidentes”, concluyó.
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