Activistas antiminería de las Asambleas Ciudadanas Riojanas detuvieron en el acceso sur a la ciudad de La Rioja, el paso de tres camiones que transportan maquinaria e insumos mineros provenientes de Chile y los invitaron a volver a su lugar de origen. Los camiones se dirigían supuestamente hacia la mina Bajo La Alumbrera (Catamarca), pero en su itinerario de viaje figura como destinado a Famatina (La Rioja). Los mismos camiones, de gran porte, habían sido desviados y obligados a regresar el día anterior en Chilecito. Los camiones pasan la noche del domingo en el acceso a la ciudad y se espera que el lunes por la mañana abandonen la provincia. Los tres camiones chilenos, desandaron el camino de Chilecito hasta Patquía donde pasaron la noche del sábado. En la mañana del domingo emprendieron viaje por ruta 38 hacia el norte donde fueron interceptados en el ingreso a la capital riojana por las Asambleas de Capital y Sanagasta. Otra vez, la misma confusión: los choferes decían que iban a La Alumbrera en Catamarca y mostraban los papeles que decían que la carga iba destinada a Famatina. De manera pacífica y cordial, los asambleístas dialogaron con los choferes chilenos, quienes no opusieron ningún tipo de reparos a la decisión de las asambleas de no dejarlos pasar por La Rioja y decidieron esperar órdenes de sus superiores en una estación de servicio ubicada en el ingreso a la ciudad. Las Asambleas Riojanas reafirmaron su decisión de oponerse a la actividad minera en gran escala con sustancias contaminantes en la provincia de La Rioja. Según los activistas, "la medida de impedir el paso de los camiones por territorio provincial se enmarca en un creciente repudio generalizado de los pueblos cordilleranos y de La Rioja en particular, que resisten a la imposición por parte de los gobernantes de una minería que, según lo ha demostrado, profundiza el destino de pobreza de los pueblos, agravando la situación con una contaminación irreversible en la mayoría de los casos, efectuando el mayor saqueo de recursos naturales de toda la historia bajo el rebuscado disfraz del desarrollo". Por eso, dicen que "en un compromiso con la vida que va más allá de todo otro interés, las asambleas riojanas se suman a las de los Valles Calchaquíes y de toda la cordillera, que han resuelto impedir el tránsito de los camiones mineros y resistir pacíficamente". Según informaron los activistas, el bloqueo a los camiones mineros empezó el sábado cerca de las 17 en Chilecito. Tres enormes camiones de 22 metros de largo, intentaban atravesar la ciudad de Chilecito con destino a Famatina para supuestamente entregar la carga en Minera La Alumbrera (Catamarca). Transportaban maquinarias pesadas (tolvas desarmadas y otros elementos) y tenían chapa patente de Chile, lo que llamó la atención de los ciudadanos. Alertados por la gente, la asamblea de Chilecito llegó al lugar y consultó a los choferes acerca de su procedencia y destino. Los choferes chilenos adujeron que transportaban material de Chile para la minera Bajo la Alumbrera y mostraron el itinerario de Aduana de los camiones, otorgado en el paso fronterizo de Cristo Redentor en Mendoza. Pero los asambleistas dicen que el destino de la carga era “Famatina”, en la provincia de La Rioja. La situación, por demás confusa, hizo que se invitara cordialmente a los camiones a regresar a su lugar de origen negándose el paso por la ciudad de Chilecito, que tiene una ordenanza que prohíbe el paso de esa carga por el departamento. Casi un centenar de personas escoltaron a los camiones hasta la salida y la gente de Vichigasta y Nonogasta los esperó para evitar que se detuvieran en esas localidades. Los camiones pasaron la noche en Patquía y cerca de las 8 de la mañana del domingo emprendieron viaje hacia el norte por Ruta Nacional 38. Una hora después, las Asambleas Riojanas de Capital y de Sanagasta los detuvieron en el acceso sur de la ciudad Capital. Esta vez los camioneros decidieron esperar órdenes de la empresa que los contrató y se apostaron en la estación de servicio que hay en el lugar.Mientras, activistas de las Asambleas se quedaron en la ruta, entregando folletos y custodiando que los camiones chilenos no siguieran viaje, sin impedir en ningún momento el libre tránsito.
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