Embajador en México desde 2005, el ex senador se convirtió en los últimos años en un aguerrido defensor del Gobierno. Aseguró que no existe “poskirchnerismo” y que el peronismo siempre “ocupa toda la cancha”. Dice que todavía falta mucho para que se abra una sucesión en el peronismo. “Te lo digo en términos jurídicos. El Código Civil dice que primero el tipo se tiene que morir y después vienen nueve días de luto y llanto. Nada de eso ha pasado. Y decir que Néstor Kirchner está muerto políticamente es no tener idea de lo que está pasando.” Jorge Yoma no pierde jamás la capacidad de provocar. Como lo hizo antes con Carlos Menem, el ex senador defiende a los Kirchner con una vehemencia que muy pocos ministros exhiben. El actual embajador argentino en México sufre la abstinencia de poder y quiere volver. En La Rioja ya se lo menciona como posible candidato a diputado nacional en alianza con el gobernador Luis Beder Herrera.
–No se puede hablar de poskirchnerismo cuando faltan tres años de gestión. El peronismo siempre tuvo un gran poder de superación de crisis. Además, las elecciones de este año tienen un fuerte componente local: los que van a plebiscitar sus gestiones son los gobernadores y los intendentes.
–¿Al menos coincide en que este año será clave para el futuro del kirchnerismo?
–Yo no veo riesgo electoral y menos con una oposición como ésta. Si los personajes más importantes que aparecen, como el vicepresidente, han sido gestados desde el propio Gobierno...
–¿Fue un error el intento de la transversalidad?
–No, no. Fue producto de un escenario político. El peronismo siempre fue frentista, con radicales, conservadores, sectores de la izquierda cristiana.
–Hoy se habla de que llegó el fin del falso progresismo...
–Eso es porque los intelectuales todavía no entienden el peronismo. Nunca lo entendieron y siempre quisieron encasillarlo. El peronismo responde a la demanda social del momento. En los noventa había un discurso y una necesidad de incorporar el capital privado. Y vino Menem con todos los gobernadores peronistas. Después de 2001, vinieron Duhalde y Kirchner. Es el mismo peronismo, pero son distintos momentos.
–Kirchner era uno de los gobernadores que vinieron con Menem.
–Por eso. Hay una demostración histórica de que el único que comprende la Argentina en crisis y puede gobernarla es el peronismo.
–Ahora aparece Reutemann en el horizonte presidencial.
–Primero hay una elección legislativa en la que muchos liderazgos locales como el de Reutemann van a tener que revalidar sus títulos. El liderazgo de Kirchner no está agotado ni mucho menos. Sí creo que el Lole es una figura excepcional de la política.
–Entre los candidatos figuran también Solá y Scioli, todas alternativas del centro a la derecha.
–El peronismo te ocupa toda la cancha. Cuando Perón la pone a Isabel como vicepresidenta fue porque no había un peronista que no generara conflictos. El debate político de la sociedad argentina se va a dar en el seno del peronismo con figuras como Solá o como Reutemann, pero yo reitero que Kirchner tiene un rol preponderante en ese debate. Sigue siendo el que reúne mayores voluntades en todo el país.
–Parecería que el PJ se está fagocitando el liderazgo de Kirchner. ¿Fue correcta la decisión de asumir al frente del partido?
–Sí, totalmente. Lo que sí creo es que como estructura política está tan agotada como el resto de los partidos. Como decía Menem: “El partido no te sirve hasta que lo tenés en contra. Ahí te das cuenta de lo importante que es”. El peronismo tiene esa lógica de cuartel: si vos lo tenés desocupado, conspiran. Por eso, tenés que asumir la jefatura, reunirlos en un proyecto y darles tareas.
–Duhalde habló de doble comando para definir el gobierno de Cristina Kirchner.
–Pero ese doble comando ya lo conocíamos todos. Durante la gestión de Kirchner, Cristina era decisiva en algunas áreas y ahora es igual.
–¿Duhalde puede ser protagonista en el futuro?
–Es un hombre joven y su experiencia de gestión lo convierte en una figura de consulta. A mí me gustaría mucho verlo cerca del Gobierno.
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