Los hogares de bajos ingresos lograron mantener estable su volumen de consumo, pero tuvieron que resignar calidad a la hora de elegir sus productos. La clase media fue la mas afectada y el consumo, en general, mostró tendencia a la baja debido al proceso inflacionario. Los asalariados son quienes padecen mas severamente la constante alza del costo de vida, en un contexto recesivo que se irá profundizando en 2009. Los asalariados en particular, los sectores de menores recursos y la clase media en general, fueron los mas afectados por el proceso inflacionario registrado en 2008 y que, sumándole recesión, amenaza continuar durante este año. Se afirma, incluso, que el común denominador de la gente debió resignar calidad para poder sostener un nivel de compras adecuado a sus necesidades. Así lo destacó un informe elaborado por la consultora especializada Latin Panel con datos de todo el país. Precisó que, a nivel general, la caída del consumo fue de 2% en los primeros diez meses de 2008. El relevamiento indicó que el menor volumen de consumo golpeó más fuerte a los hogares de clase media en un contexto inflacionario que no se desaceleró. En ese marco, los hogares de clase media redujeron 4,9 por ciento el volumen consumido de productos de la canasta básica, de acuerdo al relevamiento mensual del consumo que la consultora realiza entre 3.000 hogares de todo el país. Así, constituyeron el grupo de hogares con mayor caída del consumo de la población argentina. Estos hogares necesitaron consumir menos para poder mantener su nivel de gasto mensual promedio de 325 pesos destinado a abastecerse de alimentos, productos de cosmética y limpieza. Los hogares de clase baja también redujeron el volumen de su canasta 3,5 por ciento para poder mantener por debajo de los 260 pesos mensuales el monto de gasto disponible para adquirirla. Por otro lado, los hogares de nivel socioeconómico alto son los únicos que mostraron en octubre una variación positiva de su volumen de consumo, de 1 por ciento respecto de setiembre. Son los únicos que no resignaron consumo real, y destinaron en octubre 400 pesos en promedio para abastecerse de esta canasta. Su gasto mensual todavía no encontró techo y ya supera en 34 por ciento el gasto que destinaban al mismo fin en enero de 2008. Los hogares de bajos ingresos lograron mantener estable su volumen de consumo, pero tuvieron que resignar calidad a la hora de elegir sus productos. En el mismo período, las ventas de productos de primeras marcas dejaron de crecer, aunque todavía constituyen 60,3 por ciento de la canasta de consumo de los hogares argentinos. Por otro lado, las marcas propias de los distribuidores mantuvieron su penetración: 62% de los hogares de clase alta y 40% de los de clase baja las consumieron en octubre. Las marcas de bajo precio mostraron un crecimiento de un punto porcentual hasta 24% del total de los productos consumidos.
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