Este programa persigue el objetivo de garantizar seguridad habitacional para aquellas familias que atraviesan una situación socio- económica vulnerable, priorizando los grupos con más de cinco integrantes y madres solteras sin ingresos. La construcción cuenta con 45 metros cuadrados, es realizada con bloques y techo de madera con aislante térmico. El monto de la cada casa asciende a 18 mil pesos. Una particularidad en el departamento Chilecito es que se utilizarán ladrillones construidos por los tabiqueros del distrito de Vichigasta y adquiridos por el Estado provincial para aplicar en la construcción de este tipo de unidades habitacionales. El titular del Ejecutivo Provincial, estuvo acompañado por el intendente Lázaro Fonzalida, el viceintendente, Luis Soteras, el coordinador Ejecutivo, Gastón Millicay el delegado de Vivienda de Chilecito, Raúl Andalor, entre otras autoridades. El mandatario provincial, detalló en la oportunidad que "el objetivo final de esta metodología es llegar al año 2010, en el bicentenario, a erradicar todas las casas ranchos de nuestra provincia, que en su mayoría están en la zona rural". "En materia de objetivos este es el desafío a lograr", sostuvo Beder Herrera y agregó que "hay que erradicarlos y darle dignidad a la gente, con militancia, comprando el Estado los materiales, haciéndolo barato y viendo que la gente gane unos pesitos. Hay miles de personas que van a trabajar en la mano de obra de tantas viviendas". Estas casas son una solución inserta en el Programa de Emergencia Social, metodología que permite que la gente que tiene el terreno construya o auto construya su vivienda. Esta política cuenta con el apoyo del gobernador y el programa se ampliará a todo el territorio provincial. A continuación, expresó que "este tipo de casa es de una construcción innovadora, con techos de madera, aislante, chapa. En fin, es una albergue mínimo para una familia, pero por supuesto con baño, con cocina, para que puedan vivir con dignidad". En relación a los costos, precisó que cuestan 18 mil pesos y agregó, respecto a la política de Estado, que "están incluidas en todo el plan de erradicación que estamos llevando adelante en la provincia". "Las casas son construidas por la misma gente, con personal que contratan las mismas familias por intermedio de los dirigentes, siempre en búsqueda de los más baratos y con los costos mas accesibles", describió, asegurando que se gastan hasta 14 mil pesos en materiales y el resto en mano obra. "La intención es avanzar y hacer tres o cuatro por mes. Estamos iniciando en todo el departamento y en capital próximamente inauguraremos 10 más, es decir que ya tenemos cuadrillas que están trabajando", detalló. En este sentido, puso de manifiesto que "esto es lo que queríamos hacer desde el Estado: erradicar los ranchos de la provincia. Que todas las familias tengan las condiciones mínimas de dignidad para vivir y para criar sus hijos" y sumado a eso consideró "en este caso es una familia y una madre con doce hijos chicos que seguramente ahora les va cambiar la vida". "Estamos haciendo un relevamiento- amplió el gobernador- . Lo que sucede es que se suman muchos los ranchos cuando entramos a Los Llanos porque allí en esos campos que están alejados suman muchos más, a pesar del fuerte trabajo de erradicación que llegamos a realizar allí". En relación al alquiler de los ranchos, el gobernador aclaró que "no indagamos en la propiedad de la tierra porque si una persona esta viviendo hace seis o siete años es porque se los ha prestado un familiar o lo deja vivir ahí. Lo que hacemos es preguntarle a esa persona y si ella quiere que le hagamos la casa ahí". "En el caso que no tenga nada, desde el Estado le buscaremos un lugar para construir su casa, pero lo mejor es hacerlo en un lugar donde vive, porque ellos ya están radicados allí. Generalmente eliminamos el nylon y los cartones y hacemos la casita en la parte del frente", destacó. "En dos años, la propuesta es erradicar estas condiciones indignas que son las casas ranchos", reiteró y propuso que este tipo de acciones sean hechas con y por los dirigentes y con gente común del pueblo que son albañiles y que se conformen en grupos de tres o cuatro. "Para el gobierno y personalmente, la ideas es que toda la dirigencia tiene que trabajar, una sola persona no puede hacer esta monumental tarea. Son miles de personas. Me gustaría que un dirigente se haga cargo de cinco seis o diez familias y que vaya haciendo un seguimiento y un control, porque los números son muy finitos y si no se ajustan bien no se termina casa", puntualizó.
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