Tres informes privados indican que supera el 30% y alcanza a más de 12 millones de personas en el país; hay más de 4 millones de indigentes; la inflación, y ahora la caída de la actividad. Paradójicamente, el crecimiento económico genera más pobres en la Argentina. A contramano de las cuestionadas estadísticas oficiales, que resaltan que el 17,8% de los ciudadanos viven bajo la línea de pobreza, tres informes privados e independientes estiman que este flagelo superó el 30% en 2008 y hunde en la miseria a más de 12 millones de argentinos. La intervención del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sobre los datos que miden la inflación distorsionaron también el cálculo de las canastas que marcan la pertenencia al piso de la pirámide social. Para el Gobierno, la indigencia alcanzó al 5,1% de las personas en el primer semestre de 2008, mientras que otras mediciones la ubican en más de un 10%, o sea, impactando a 4 millones de argentinos. Los datos surgen de tres estimaciones elaboradas por Ecolatina, el Instituto de Estudios y Formación de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y la consultora Prefinex a las que accedió lanacion.com. Desde la consultora fundada por el ex ministro de Economía Roberto Lavagna estimaron que la Canasta Básica Total (CBT) -que mide el umbral de la pobreza- acumuló un alza de un 26,2% durante el año pasado, un dato muy superior al oficial (2,6%). La Canasta Básica Alimentaria (CBA), avanzó un 27,8%, o sea $ 54 más cara. Para el Indec, se encareció sólo 60 centavos en el año. "En junio de 2008, la inflación en alimentos y bebidas fue de un 40,5%. A partir del segundo semestre del año pasado, los precios comienzan a desacelerarse", explicó el director de Ecolatina Rodrigo Alvarez. "El segundo elemento que define el nivel de la pobreza son los ingresos. Los datos oficiales tienen algunas cosas que no resultan lógicas. Es poco creíble que los salarios que más crecen son los del sector informal, los primeros en ser ajustados frente a una crisis y los que no ingresan en las negociaciones paritarias. Es una manipulación por dos caminos que oculta la pobreza", agregó. Desde enero de 2007, el Gobierno mantiene intervenido el Indec y subestima los datos de inflación, lo que, a su vez, desinfla el alza de estas canastas y el cómputo de la cantidad de pobres e indigentes que elabora la Encuesta Permanente de Hogares (EHP). La CBA representa a los productos requeridos para la cobertura de un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas. Quienes no puedan cubrirlas son considerados indigentes. La CBT, en tanto, suma algunos servicios básicos para definir quiénes son los pobres. "Al combinar la evolución de los ingresos familiares y la CBT, surge que la proporción de la población por debajo del umbral de la pobreza alcanzó un 30,5% en el segundo semestre de 2008, superando nuestra estimación del primer semestre (30,3%) y el registro de todo 2007", concluye el informe de Ecolatina. Estas cifras muestran un corte en la tendencia de permanente caída de la pobreza que refleja el organismo estadístico oficial, cuyos datos coinciden con el período comprendido entre el segundo semestre de 2005 y el primero de 2006, cuando aún no se vislumbraba la crisis financiera internacional y un posible impacto en el empleo local. "Por el lado de la indigencia, nuestras estimaciones arrojan que el 10,7% de la población no pudo costear la canasta alimentaria en la segunda mitad de 2008", consigna el informe que calcula que existen 4,2 millones de indigentes y 12 millones de pobres.
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