La revista plantea que, si los comicios fueran hoy, el oficialismo ganaría, pero que, "ante el avance de la oposición", una derrota podría ser "el principio del fin" del kirchnerismo. En una extensa nota dedicada a los últimos movimientos en el escenario político nacional, la prestigiosa revista británica The Economist alerta sobre los riesgos que corren los Kirchner con su decisión de adelantar las elecciones legislativas y advierte que, aunque ese escenario no se vislumbra hoy, si el oficialismo perdiera, sería "el principio del fin" del matrimonio presidencial. Bajo el título "Los Kirchner se precipitan, esperando que no sea la salida", la publicación comienza el análisis con la intención de la Casa Rosada de adelantar los comicios legislativos del 25 de octubre al 28 de junio.
Tras recordar que en 2004 Néstor Kirchner reformó el Código Electoral para fijar la fecha de las elecciones el cuarto domingo de octubre para evitar que esa decisión fuera utilizada según "conveniencias políticas", describe la decisión de Cristina Kirchner de adelantar las elecciones. "Es la jugada astuta y desvergonzada de un matrimonio en el poder que sabe que el valor de sus acciones se está hundiendo", asegura. Enseguida, da cuenta de que, cuando asumió, la popularidad de la Presidenta "se hundió" al pasar del 56 al 30 por ciento. Deserciones y crédito. En la descripción del "hundimiento" hace alusión al éxodo de diputados y senadores kirchneristas y a la situación económica. Sobre esto último, recalca que "la pobreza ha crecido desde principios de 2007 y el país ha ingresado en una etapa de recesión que tenderá a profundizarse durante este año". En el mismo sentido, da cuenta de que Cristina Kirchner "no puede implementar políticas contracíclicas porque el abundante gasto público la dejó sin dinero para pagarlo". Añade que tampoco cuenta con un historial de disciplina fiscal ni con estadísticas oficiales creíbles" que le permitan volver a recurrir al FMI. A favor. En este punto, el artículo se detiene en los beneficios que la decisión de adelantar los comicios trae a los Kirchner. "El primero es que la novedad respecto de la fecha ha corridor temporalmente el foco de atención" del conflicto con el campo. Y completa: "Más importante aún es que el cambio en el calendario electoral deja a la oposición con menos tiempo para organizarse". Plantea además que, durante años, "el mayor capital de los Kirchner ha sido la dispersión de sus oponentes", pero que últimamente, la oposición "se ha fortalecido". "Una amenaza potencial es el naciente acuerdo entre Mauricio Macri, Felipe Solá y Francisco de Narváez", precisa The Economist. Apuesta. Hacia el final, la revista ahonda sobre los riesgos. Da cuenta de la casi segura candidatura de Kirchner en la provincia de Buenos Aires, que describe como "el principal bastión del peronismo" y afirma que si las elecciones fueran hoy, el ex presidente "ganaría fácilmente", pero advierte que "con los nuevos acuerdos en la oposición despertando cierto interés, los Kirchner están jugando una apuesta fuerte". Y concluye: "Si Kirchner pierde podría significar el principio del fin del kirchnerismo".
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