Está claro que el adelantamiento de las elecciones y la coparticipación de un porcentaje de las retenciones a la soja no son jugadas inocentes, porque el kirchnerismo sabe que la batalla electoral del 28 de Junio es prioritaria para la contención del poder. Algunas fisuras en esa estructura se avizoran ya con la partida del sector de algunos senadores como así también la amenaza latente de agrupamientos de gobernadores con intereses comunes. Por lo bajo, altos funcionarios nacionales intentan despegarse dialécticamente de las acciones políticas del matrimonio presidencial, una situación que tiene su correlato también en nuestra provincia. La estrategia es clara para los “K”, que saben que la madre de las batallas será en Buenos Aires y en consecuencia destinarán en el distrito electoral más importante del país más del 80 por ciento de los recursos financieros, humanos y logísticos de la campaña nacional. Visto desde esta óptica, está claro que deben jugar su mejor carta si no la sangría política será progresiva. “En general, voy a respaldar a todo el mundo”. Con sabor a nada, los posibles candidatos escucharon la definición del gobernador Luis Beder Herrera sobre su posicionamiento político en vistas a las próximas elecciones. En la mente del primer mandatario surge ineludible la idea de que el ganador de los comicios legislativos, en el acto se erige como candidato a gobernador en el 2011. Y los pensamientos se vuelven más preocupantes cuando se supone que ese ganador puede ser Jorge Yoma. Mientras tanto, la población riojana observa impávida los movimientos que alejan o acercan a las figuras de acuerdo a su conveniencia política. Y, obviamente, estos movimientos se dan en el marco de grandilocuentes acusaciones o muestras de “compañerismo”. Como ejemplo de estos movimientos “estratégicos” pueden mencionarse a la muy probable bajada de la candidatura del ex gobernador Angel Maza, que arrastra el éxodo de Carlos Chacón y su partido Compromiso Riojano del espacio común creado el año pasado, el Frente de la Esperanza. Esta escisión se suma a otras más antiguas, heridas que cierran y que se abren cada tanto: Maza / Beder Herrera; Maza / Jorge Yoma; Jorge Yoma / Ricardo Quintela. Éstos son sólo ejemplos de los muchos existentes en la provincia, pero que también explican el descreimiento del común de los ciudadanos en la clase política. Una encuesta nacional realizada el mes pasado en La Rioja brinda un dato inequívoco del sentimiento del riojano en relación a la clase política: el 70 por ciento de los comprovincianos rechaza a la clase gobernante. Quizás una explicación a este rechazo podría fundamentarse en que hace más de 20 años las personas que toman decisiones en la provincia son las mismas. En este contexto, no es raro que en los últimos días hayan comenzado a surgir nuevos actores en la vida política local, para traer nuevos aires a un ambiente enrarecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario