Juan Domingo Perón decía: “la verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo”. Pero en La Rioja, la premisa es exactamente al revés: “la democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el gobierno quiere y defiende un solo interés: el del gobernador”.
No hace falta que expliquemos a que nos estamos refiriendo.
Con la conformación de los frentes han aparecido funcionarios-candidatos por todas partes; que sin propuestas o ideas (porque de tenerlas ya las hubiesen implementado); pero contando con fondos frescos del gobierno para las campañas, se limitan a decir que para las listas de candidatos hay que hacer lo que más convenga al gobernador.
Sería bueno que la Dra. Nader entienda que lo que hay que hacer es lo que convenga al pueblo. Pero claro, de resultar los funcionarios-candidatos electos, los cuatro años de mandato se lo deberán al gobernador, quien con la plata del pueblo ha financiado al menú de candidatos. Y Beder Herrera, sabe mejor que nadie lo que significa tener una Legislatura adicta o que le deba favores.
Por todos lados, se siente un tufillo extraño: Un hermano que compite con la hermana, y que actúa como si no fuese diputado en ejercicio. Una meteórica y ascendente funcionaria ejecutiva que parece ser la figurita difícil; un ministro fumigador, un tránsfuga (en el buen sentido) que quiere ir por la reelección; un embajador que amenaza con irse y una pelea entre la fórmula del Frente Justicialista que más que pareja de candidatos parecen oposición. Todo ello es posible por una sóla razón, o mejor dicho dos.
En primer lugar, ni los candidatos del Partido Justicialista han salido por consenso ni el propio presidente del partido ha sido elegido por el voto de los afiliados, con lo cual no hay legitimidad de origen en la conducción partidaria. Esto, es obvio, dificulta que se reconozca al presidente del partido como constructor de consensos.
En segundo lugar, se comprueba que la reforma de la constitución provincial, sólo fue una gran farsa de la que se valió el gobierno para demostrar lo que no existe: “mejorar la calidad institucional”.
La independencia del poder judicial es una utopía; y la representación de las minorías en la Legislatura se convierte en una batalla desigual, pero que hoy más que nunca estamos dispuestos a dar. Me gustaría saber que piensan de este atropello constitucional los convencionales de prosapia que han representado al pueblo en la Convención reformadora. ¿Por qué no salen a denunciar la inconstitucionalidad de la más artera ley de lemas encubierta de la que se tenga memoria?
A Compromiso Riojano le gustan los desafíos. Fue, es y será un partido conformado por gente que siempre se ha movido en forma independiente y que sabe que es posible cambiar. Por eso, nos presentamos en esta contienda electoral sin alianzas con ningún partido; compitiendo Carlos Chacón en el estamento a diputado provincial y Mario Torres como primer candidato a concejal. Porque ahora más que nunca sabemos que es verdad eso de “mejor solo que mal acompañado”.
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