jueves, 30 de abril de 2009

POR ESTAS HORAS DESDE ELPJ SE ESPECULA QUE MANDARÁ A CORTAR BOLETAS.

Varios dirigentes de la segunda línea del PJ y referentes barriales ya confesaron que, en las elecciones del próximo 28 de junio, van a pedir a sus punteros y afiliados que corten boletas y no voten para el estamento de diputados nacionales, porque no aceptan ‘trabajar’ políticamente para los candidatos definidos: Jorge Yoma y Griselda Herrera. En las últimas horas, se supo que mas de una docena de dirigentes políticos del PJ de Capital, varios de ellos con fuerte ascendencia barrial y otros, vinculados a las distintas líneas internas de mayor predominio en el distrito como el quintelismo y el lunismo. En todos los casos, quedó claro que la dirigencia intermedia oficialista no digiere las candidaturas decididas por el gobernador Luis Beder Herrera. Todos coinciden en cuestionar la inclusión de Yoma, porque sostienen que se fue del PJ y lo enfrentó, además de descalificar a sus dirigentes. En el caso de Griselda, si bien la resistencia es menor, también la cuestionan porque aseguran que ‘nunca se preocupó por los problemas que tenemos’. La dirigencia sostiene que, para expresar su desacuerdo, y si no hay un ‘gesto’ de la conducción partidaria para ‘cambiar’ la situación, pedirán a sus punteros y afiliados que corten boleta y no voten para el estamento de diputados nacionales. Quienes voten por el oficialismo, cuando concurran a las urnas el 28 de junio encontrarán en las boletas el estamento de diputados nacionales, otra boleta para los diputados provinciales y la restante para concejales. La idea de los ‘caciques’ peronistas es que se corte el primer segmento de la boleta o, incluso, se lo reemplace por otros candidatos. El corte de boletas es una manera de expresar desacuerdos políticos muy común en el PJ local. De hecho, sus dirigentes lo han ‘recomendado’ en varias elecciones, cuando les entregan a sus afiliados las boletas ensobradas y listas para poner en las urnas, generalmente acompañada de algún dinero o bolsón o, incluso, inodoros, como ocurrió en la campaña de 2007.

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