La ministro del Medio Ambiente del gobierno de Chile, Ana Lya Uriarte, dio a conocer la decisión del Ejecutivo de erradicar a 7.327 personas que viven en 1.880 casas de las poblaciones Los Industriales y Cerro Chuño. Será la mayor operación de este tipo en Chile tras una catástrofe ambiental causada por el hombre. La medida se adoptó ahora, pese a que hace 12 años un estudio detectó el alto riesgo para estos habitantes expuestos a altos niveles de arsénico, plomo, zinc y otros contaminantes dejados allí por la empresa Promel. El plan se fundó en un nuevo estudio de suelo (el sexto), que a diferencia de los anteriores arrojó que en esos sectores persiste la contaminación, con niveles de arsénico por sobre los 20 milígramos por kilo de tierra que tolera la norma internacional. El estudio, que se basó en 1.178 muestras de suelo tomadas en toda la ciudad, detectó, además, que otras 5 mil personas también están expuestas a la contaminación de los minerales de exportación bolivianos. Hay 1.452 casas en los alrededores del puerto, donde hoy son almacenados esos graneles, en los que se halló niveles de plomo sobre la norma máxima estadounidense EPA (400 milígramos de plomo por kilo de suelo). Otras 330 casas situadas junto a la ex maestranza del ferrocarril de Arica a La Paz, donde hasta 1993 se acopiaban estos minerales, están expuestas tanto a altos niveles de plomo como de arsénico. La intervención ambiental en Arica comenzará la próxima semana cuando equipos de Mideplan de Santiago empiecen a catastrar, basados en la ficha de protección social, a las familias que serán erradicadas. La meta es sacarlas en un plazo de tres años, para lo cual ellas podrán optar a diversas modalidades de subsidio, sin requisitos de ahorro ni puntaje. En octubre se iniciará un masivo diagnóstico de salud dirigido a las 12 mil personas de los tres sectores afectados, con exámenes de sangre que se tomarán a vecinos del puerto y la maestranza y a 2 mil alumnos de tres colegios en puntos críticos. Los primeros reclamos sobre el problema se escucharon hace unos 16 años en el entorno del puerto y la maestranza. Y hace 12 años, en el peor foco, un estudio de Sernageomin comprobó que junto a Los Industriales y Cerro Chuño había 21 mil toneladas con arsénico, plomo y zinc, entre otros metales. En un caso, fracasaron los intentos diplomáticos con Bolivia por sacar los minerales del radio urbano. En el otro, los desechos importados fueron sacados 2 km fuera, pero eso no saneó el sector como aseguraba la autoridad de salud en 1998 y el paso de camiones por vías sin pavimento sigue contaminando. Los niños y las mujeres, principales víctimas. Uno de los especialistas que asesoraron al Gobierno en la implementación de las medidas anunciadas ayer en Arica fue el director del Centro de Información Toxicológica de la Pontificia Universidad Católica (Cituc), Enrique Paris. El profesional recomendó formar un grupo de trabajo con médicos generales en el lugar, que diagnostiquen mediante “guías clínicas”, que especifican en detalle qué síntomas corresponden a determinada contaminación por metales. Ello permite un diagnóstico rápido y una primera selección de pacientes, los que serán atendidos luego por especialistas que viajarán desde la capital a la región de Arica y Parinacota. “El examen de los pacientes por especialistas debiera estar listo en tres meses”, dice Paris. Agrega que “el ISP nos prometió que esta vez los exámenes van a estar en línea, vía internet, para darles respuesta a los pacientes”. Efectos en el organismo. El toxicólogo ambiental de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, Andrei Tchernitchin, explica que en niños de corta edad el plomo deja como secuela irreversible una disminución de la inteligencia y de la capacidad de memoria, así como alteraciones a la personalidad. Esto, porque produce alteraciones a nivel celular, eliminando receptores de hormonas y neurotransmisores. Tal transformación tiene consecuencias como la imposibilidad de frenar impulsos violentos y facilidades para asumir conductas de adicción a las drogas, afirma el especialista. En las mujeres produce abortos y, a largo plazo, infertilidad. Respecto del arsénico, Paris explica que la contaminación por este metal produce manchas en la piel y, a largo plazo, alteraciones cardiovasculares y cáncer de vesícula o al pulmón. El cadmio, en tanto, genera fuertes dolores a los huesos, talla baja y fracturas por accidentes leves.
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