miércoles, 19 de mayo de 2010

DICEN QUE KIRCHNER ESTA EN SU MEJOR MOMENTO.

Néstor Kirchner está en su mejor momento desde la derrota electoral del 28 de junio del año pasado. Esto no significa que ya ganó las elecciones para suceder a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Pero quiere decir algo muy importante: está logrando convencer al "círculo rojo que forma opinión" sobre continuar en el poder después de 2011. Ahora mismo, entre los analistas más finos, casi nadie descarta un escenario en el que Kirchner pueda lograr el milagro de ganar en primera vuelta, con una diferencia de más de 10 puntos sobre el segundo, o a través del número mágico del 40 por ciento de los votos. Este cambio de percepción fue conseguido a base de subsidios millonarios, Fútbol para Todos, el dispositivo de prensa oficial y paraoficial más poderoso de la historia reciente, y una voluntad política inquebrantable. ¿Puede lograrlo, de verdad? Todavía es temprano para responder. Lo importante, para Kirchner, es que cada vez más argentinos crean que puede hacerlo. Y que esa idea prevalezca por encima de la que marcan otras encuestas de laboratorio: las que dicen que Julio Cobos, Mauricio Macri, Francisco de Narváez- en el caso de ser habilitado-, Ricardo Alfonsín, Eduardo Duhalde e incluso Mario Das Neves o Alberto Rodríguez Saa, le ganarían en una segunda vuelta gracias a la altísima imagen negativa del ahora diputado nacional. El Operativo No lo den por muerto comenzó, desde el interior del kirchnerismo hacia el centro de la opinión pública, después del verano. El encuestador Artemio López fue uno de sus grandes adelantados. Enseguida se acoplaron periodistas y medios que juegan fuerte a favor del proyecto. Desde una revista con muy pocas páginas, pero mucha publicidad oficial, hasta los programas de televisión que dejaron de analizar a los medios para dedicarse a "escrachar" a periodistas que no obedecen las órdenes de Kirchner. Al mismo tiempo, algunos de los comunicadores que antes lo criticaban y ahora se declaran enamorados de este gobierno, están siendo protagonistas de una campaña muy novedosa: salen de gira, como si fueran candidatos, hablando de las supuestas bondades de la Ley de Medios, con todos los gastos pagos, mientras les "venden" a sus lectores, oyentes y televidentes la idea de que lo hacen para sacar la radio a la calle, en una suerte de demagogia periodística que todavía nadie se atrevió a denunciar. ¿Será capaz Kirchner de mantenerse cuatro años más en el poder? Nadie lo sabe. Pero lo cierto es que lleva mucho tiempo trabajando "por arriba" y "por abajo" para que a pocos les queden dudas. Incluso a su guerra de intereses contra Héctor Magnetto ahora la usa como una de las banderas de "lucha" preferida para que los militantes sientan que su romántico jefe está peleando contra "el Más Malo de Todos". Pero Kirchner tiene a su favor tres cosas más: la sospecha de que todavía sigue siendo "El Dueño" de la Argentina, la existencia de una oposición que no seduce y una situación económica positiva y estable, muy lejos del apocalipsis que vienen planteando sus adversarios desde que empezó el conflicto con el campo. La sospecha de que todavía maneja los hilos del poder -desde la decisión de algunos jueces federales hasta las inspecciones que ordena la AFIP pasando por el presupuesto de cada intendencia, gobernación y medios de comunicación- hace que, quienes lo desprecian, todavía lo traten con respeto y hasta sumisión. Y también hace que un alto porcentaje de argentinos que siempre votan a ganador lo consideren, en las encuestas, la única opción posible. La mayoría de los líderes de la oposición vienen trabajando para el ex presidente, gratis y de manera ingenua. Para que se entienda bien: lo dieron por muerto después de la derrota electoral, todavía no saben cómo sortear la trampa de la parálisis legislativa y parecen incapaces de establecer acuerdos mínimos por encima de las legítimas ambiciones personales. Solo algunos pocos, como Duhalde y Elisa Carrió, son conscientes de la necesidad de generar una nueva alternativa de poder, antes de que la idea de que nadie podrá con Kirchner gane cada vez más adeptos. Sobre la economía del país, los gurúes de las estadísticas y parte del periodismo especializado deberían, a esta altura, revisar sus predicciones: aún a pesar de Guillermo Moreno, del creciente aumento del gasto público y del clientelismo imperante, a la Argentina no le va tan mal como venían anunciando, aunque tampoco le vaya tan bien como sostiene el Gobierno. De cualquier manera, ¿a cuántos les puede importar semejantes especulaciones? Faltan pocos días para el inicio del Mundial, los cientos de miles de decodificadores para ver los partidos con imágenes de buena calidad serán repartidos en tiempo y forma, y lo que hoy el Estado hace con cierto cuidado lo podrá hacer dentro de poco de manera brutal, sin que nadie se horrorice demasiado.
Por Luis Majul. Especial para lanacion.com

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