EL CONSUMO DE VINOS EN BAJA POR EL ALZA DE PRECIOS.

La decisión del INV en conjunto con la Comisión Asesora Técnica de subir el índice de color de los tintos a 500 unidades, ha desembocado en fuertes disensos entre algunas entidades vitivinícolas. El jueves pasado, además de ratificar la resolución del 2008 sobre el color, fijaron el grado alcohólico de los caldos nuevos. Se acordó unificado para San Juan y Mendoza de 12,50º para los vinos blancos y 12,40º para los de color. Para la producción de General Alvear -en el sur mendocino- se determinó un diferencial de 12º, tanto para los vinos blancos como los tintos, por las contingencias que causó el granizo en ese oasis productivo. Para el resto de las provincias vitivinícolas, el grado va a ser tomado por bodega. A un sector de la industria, la ratificación de los 500 puntos de color para los tintos, "los tomó desprevenidos", aseguran. Es que pensaban que con una cosecha moderada como la del 2010 -26,1 millones de quintales- se iba a producir lentamente un equilibrio en la actividad y una vuelta a la "racionalidad" en los precios, que les permitiera competir en el mercado interno y el externo. No discuten técnicamente los números del INV respecto al color, pero advierten que los precios y el mercado de consumo están al límite, y no resisten ningún tambaleo. Así lo reflejan los últimos datos (entre 6 y 7% es la caída de la comercialización durante el primer trimestre de 2010), que se están acelerando en todas las mediciones, las que hacen las auditorías de mercado y las del propio INV. Advierten que "no era el momento oportuno para optimizar el índice de color. Esto genera tensiones innecesarias en el mercado con una oferta muy atomizada de los vinos, presionados además por altos precios". Sostienen que ante esta situación, se le está dando la espalda al mercado y se está autogenerando una crisis que va a tener sus coletazos el próximo año. Las cifras de caída en los despachos al consumo en el primer trimestre -la tendencia marca que abril continúa en la misma línea-, paexplican que, proyectando los volúmenes que no se consuman este año al próximo y sumando una vendimia 2011 de características "normales", podríamos enfrentar una superproducción. Si así fuera, especulan, sumaríamos más de 6 meses de existencias con los consecuentes desequilibrios en la actividad, que puede llegar a generar una caída abrupta en los precios de la próxima temporada. Ya están en adjudicación los primeros 13 planes de inversión de otros tantos grupos del Proyecto Integración de Pequeños Viñateros a las bodegas, secaderos y empacadoras. Es el proyecto que financia el BID, respaldado por la Nación y ejecutado por la COVIAR. Esta primera tanda en todo el país implica que 236 pequeños viñateros se integrarán por contrato de 10 años a 13 bodegas, establecimientos paseros y de uva en fresco, para mejorar el rendimiento de 1.398 hectáreas de viñedos de Mendoza, San Juan, La Rioja y Catamarca. La inversión para estos primeros grupos suman un total de U$S 10,6 millones para la región; U$S 3,2 millones en subsidio no reintegrable al viñatero para la renovación de sus viñas. La "contrapartida" (mano de obra comprometida, inversiones paralelas del propio productor o de la bodega o establecimiento) agrega otros U$S 7,3 millones.