La Casa Rosada no avaló este martes la presencia del ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en el marco de la presentación de su libro “Pensado y escrito” en el hotel Naindo, tras la invitación del Frente del Pueblo, el partido del actual gobierno provincial, confiaron a oestezonadura, fuentes oficiales provinciales. A través de los hermanos, Luna, Brizuela, Délfor y Luis, diputado y secretario general, ademas del dirigente Chileciteño, y diputado, Fernando Rejal, y integrantes de la Gobernación respectivamente, Fernández desembarca en La Rioja para la presentación de su libro en la tarde de este martes. Cabe recordar que el ex jefe de Gabinete es amigo del ex gobernador Ángel Maza y fue un férreo defensor del mazismo en su enfrentamiento con el actual gobernador Luis Beder Herrera. Mientras que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezará este jueves, a partir de las 19, un acto exclusivo para La Rioja en la Casa Rosada, donde se firmará la prórroga de la promoción industrial, el convenio por 50 millones extras y obras públicas, el Frente del Pueblo le abrió las puertas al ex jefe de Gabinete, quien no impulsa como candidato presidencial a Néstor Kirchner, el actual presidente del Consejo Nacional del PJ. “Tiene que llegar otra generación al poder”, dijo Fernández en declaraciones a Radio Fénix y nombró a Daniel Scioli, Jorge Capitanich y Juan Manuel Urtubey, como tres referentes de la “nueva generación”. En ese sentido, el ex jefe de Gabinete manifestó que “hace falta un recambio generacional”. “La clase política actual es la de la generación del 70, que estuvo signada por la profundización de las rivalidades. En estos momentos es necesario conciliar intereses y no confrontar”, resaltó. “Creo en la idea de construir una fuerza progresista integral. Hay que escuchar un poco más la demanda ciudadana para trabajar y construir esta fuerza”, añadió. “Los discursos únicos son malos, ya que privan el debate”, dijo. Fernández sostuvo que “todo el que difiere es un enemigo” para el kirchnerismo. Hay que destacar que Kirchner tampoco aprobó la llegada del diputado nacional Francisco de Narváez, quien fue recibido por el gobernador Luis Beder Herrera. Para la provincia, fue una jugada política para llamar la atención, lo que llevó a reconstruir el diálogo con la Casa Rosada, pero a transitar por el filo de la navaja en materia de aconpañamiento al gobierno "K".
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