sábado, 4 de septiembre de 2010

POLITICOS Y PERIODISMO EN LA MIRA DE LA SOCIEDAD.

Editorial: Cuando las verdades duelen
aparecieron radios, luego semanarios y ahora canales de televisión ligados a la clase política. Eso llevó que el concepto de periodismo se desvirtúe en una sociedad que cree cada vez menos en los políticos, como en los periodistas. O sea una sociedad descreía de todos. Desde hace un tiempo a la fecha se ha intentado encuadrar al periodismo en distintos sectores políticos en una provincia cuyos políticos buscan ocupar lugares que no les corresponde. Más arnaudista o menos arnaudista, más mazista o menos mazista, y ahora más bederista o menos bederista, es el discurso que se ha tratado de instalar los ámbitos políticos que se han catapultado como periodistas. Así aparecieron radios, luego semanarios y ahora canales de televisión. Eso llevó que el concepto de periodismo se desvirtúe en una sociedad que cree cada vez menos en los políticos, como en los periodistas. O sea una sociedad descreía de todos. El gran error de la clase política es creer que los medios hacen ganar elecciones, aunque en la mayoría de los casos lo usan también para desprestigiar a ex socios de actos comiciales. Hubo una desesperación de mostrar la antena más grande, el estudio de televisión más tecnificado, o ser el medio más escuchado, pese que sea el menos creíble. Eso ha llevado a que los medios de comunicación se hayan perturbado por intereses políticos, cuando el fin debería ser otro: informar. Alguien para defenderse opinó que todos los medios tienen padrinos políticos o son dueños de políticos. Quizás lo dice desde una radio que hoy es cuestionada por el uso y abuso de los dineros públicos. Los políticos deberían hacer política y los medios informar, según una línea editorial, pero no para romper las ilusiones de decenas de jóvenes que estudian y buscan que la profesión de periodista sea un orgullo para ellos y su familia. Hoy los políticos tratan, pero van camino al fracaso, de transformar a los medios en líneas políticas. Lo que ha pasado con el Grupo Provincia, que pertenece a la familia de la vicegobernadora Teresita Luna, es un ejemplo claro de lo que sucede: usar la Legislatura para solventar una empresa privada, en este caso, una radio, un canal de televisión o un semanario. Además es poco creíble que se busca la destitución de una figura que ha sido elegida por el voto popular, ya que ese discurso está vaciado de contenido. Es muy simple: no hay que tapar un error político con palabras de la década del ´70. Hoy como se plantea es una competencia desleal con los demás medios y una falta de ética total, más cuando se levanta las banderas de la pobreza para ocultar los malos manejos. Los políticos deben dejar de ser periodistas, es una consigna mínima de vida. Están invadiendo lugares que no les corresponde en una sociedad que reclama el reflejo de quehaceres diarios. La radio debe entretener y no ser partidaria de negocios, hoy pocos claros. Hoy la verdad duele más que nunca. La verdad es la única realidad alguna vez se dijo. Los abusos no se pueden permitir, ya que todo tiene un límite. Si los políticos quieren igualar para abajo haya ellos. El periodismo es otra asignatura que no está en las carpetas políticas. Por eso, los políticos deberían dejar de valerse de su poderío financiero para perturbar algo que es una pasión, ya que ellos pasarán pero los periodistas seguirán hasta el último día de vida.
Por Eduardo Nelson German, editor responsable de Noticias NOA.

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