Un reloj consta de muchas piezas encajadas entre sí. El cristal de la esfera, al que muchas veces no se le presta la debida atención, puede suponer un elemento importante al momento de escoger. Este debe permitir, al menos, ver la hora sin ningún problema de reflejos. Además, algunos cristales se venden con la cualidad de que no se pueden rayar por la pureza del material utilizado. Un cristal que no se puede rayar, para la relojería de alto vuelo de hoy, suele estar fabricado con zafiro, cuya dureza es sólo superada por el diamante. Esta dureza, es precisamente la que le da al cristal de zafiro, la propiedad de estar protegido ante esos posibles daños. “Hay que tener en cuenta también, que la dureza de un mineral depende de la dirección en que se realice la raya”, aclara un destacado relojero del barrio de Recoleta, en Buenos Aires. Aún así, el zafiro es el mineral que cuenta con el prestigio y la confianza de las grandes marcas de relojes con sus modas y tendencias desde hace años. Y que tenga la característica antes mencionada no implica que no sea frágil, porque los zafiros, aunque estén entre los más duros de los ciento treinta minerales que se conocen, no son un material que se rompa con demasiada dificultad. Una cosa es que no se raye y otra que no se rompa. De hecho, puede hasta ser más frágil que otros materiales que también se utilizan para fabricación de relojes. Según expertos consultados, el cristal de zafiro da un toque más de clase o glamour a la pieza de relojería, otorgándole un mayor valor, ya que está considerado como una piedra preciosa. Y dependiendo de la pureza que tenga, pueden aumentar el precio final. Una firma de alta costura como Dior, fue la que revolucionó el mercado internacional de la relojería del lujo, con la utilización del cristal de zafiro en la ornamentación del reloj. El éxito ha sido evidente. En 2011 la firma rindió homenaje a esta fantástica pieza realizando versiones únicas y lujosas en oro blanco y que mezclan estos cristales de zafiro con piedras preciosas y semipreciosas. Una manera de unir la alta relojería con la alta costura. En definitiva, esta es otra demostración más del gran abanico de posibilidades que se desprende a partir de una actividad como la minería. Un sin número de industrias como el turismo, la construcción, la automotriz y tantas otras que terminan dependiendo de manera directa o indirectamente del desarrollo y la producción del sector minero. Y como vimos, hasta para fabricar relojes se necesita a la minería en varios puntos.
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