Ante el levantamiento del campamento de Alto Carrizal tras las declaraciones de Marcela Crabbe, quien reconoció que existió el consumo de drogas ilegales por parte de quienes estaban acampando, el secretario de Prevención de Adicciones y vicepresidente del Consejo Federal de Lucha contra las Drogas, Alberto Andalor, manifestó su preocupación por la situación. Consideró que el consumo de estupefacientes podría estar estrechamente ligado a los actos de violencia que sufrieron quienes están a favor de actividad minera, ya que “el consumo de estas drogas genera agresividad”. Aseguró que el Gobierno de la Provincia iniciará un fuerte trabajo para erradicar el consumo de drogas ilegales de Famatina, teniendo en cuenta que el compartir espacios con quienes consumen puede generar “un hábito” en los niños, jóvenes y adultos presentes en el acampe. “Es una situación que nos genera gran preocupación y es una situación particular”, consideró Andalor, teniendo en cuenta que “generan un doble discurso”, ya que, haciendo un juego de palabras, sostuvo que “manifiestan estar en contra del uso de una sustancia mientras que usan sustancias que están prohibidas”. Andalor aseguró que su preocupación radica en la inseguridad que se vive en Famatina y en Campanas. “Somos conscientes de que estas sustancias generan agresividad en las personas. Quien consume sustancias puede no tener un freno habitual que tiene todo ser humano y puede generar agresividad”, manifestó. A lo que agregó que “esto condice con la situación particular de agresividad que tuvieron en Famatina las propiedades de gente que está a favor de la minería, acompañados por dirigentes del lugar”. “Para nosotros es de mucha preocupación”, enfatizó. A la vez, llamó a quienes hayan consumido o estén consumiendo y “necesiten algún tipo de tratamiento”. Asimismo, aseguró que “vamos a abocarnos fuertemente a lo que es la protección de los ciudadanos de Famatina, porque seguramente la mayoría de los que están consumiendo las sustancias que ellos mismos reconocen no es gente de Famatina”. Del mismo modo, lamentó que la llegada de foráneos con ciertos hábitos a Famatina y Campanas puede traer graves consecuencias. “El consumo puede quedar como hábito de la gente del lugar, algo que nos preocupa porque ya se trataría de ciudadanos riojanos, porque más allá de todo nos preocupa la salud de nuestra gente”, indicó.
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