La olivícola más importante del país necesita un rescate para garantizar la producción y el pago de sueldos. Los empleados, que están en una situación crítica, permanecen apostados en la puerta de la fábrica. La abogada de la empresa, Ruth Borda, aseguró que Nucete "está lejos de la quiebra" y que "hay voluntad de seguir adelante". La empresa Agro Aceitunera Nucete negocia con la Nación un préstamo de 6,2 millones de pesos y la reapertura del comercio de sus productos con Brasil, mientras los trabajadores que quedaron sin empleo por el cierre de la planta dijeron que viven una situación "crítica". De todas formas, la abogada de la empresa, Ruth Borda, aseguró que Nucete "está lejos de la quiebra" y que "hay voluntad de seguir adelante". Nucete, la empresa más importante del país en el sector olivícola, dispuso esta semana el cese de actividades por tiempo indeterminado y dejó a unos 550 operarios de la localidad de Arauco en situación crítica. Borda dijo este jueves que la empresa necesita el préstamo del gobierno pero no está dispuesta a garantizarlo con su producción de aceitunas porque "es el único elemento que tiene la empresa para seguir trabajando". En cambio, Nucete propone como garantía cinco propiedades inmuebles que posee en la zona, ubicada a unos 130 kilómetros al norte de la capital riojana. Además, "necesitamos que se abran las exportaciones con Brasil, porque si no nos lleva a una catástrofe industrial y social" dijo la letrada. Borda explicó que "el principal problema" que afronta la compañía es que no puede pagar los sueldos, algo que están reclamando los trabajadores "en su justo derecho", dijo, y por lo que venían realizando paros. "Hoy la empresa no tiene para pagar los haberes entonces para qué va a hacer trabajar a los empleados. El 5 (de julio) se cobra y la empresa no podrá pagar, entonces el 6 se comenzara con otro paro", explicó. Borda admitió que existen negociaciones con el gobierno nacional, a través de la Municipalidad de Arauco, para obtener un préstamo de 6,2 millones de pesos para reactivar la producción. La abogada aclaró que la firma necesita un préstamo y "no subsidiar el pago de sueldos. La empresa se está desprendiendo de las propiedades que tiene para pagar el capital de trabajo", explicó. La empresa, por paritarias, debería afrontar un aumento del 18 por ciento sobre sueldos de entre "5.000 y 6.000 pesos", aunque según el gremio los operarios que recién ingresan a la actividad cobran salarios de 3.400 pesos. Por su parte, Marcelo Caminos, delegado de los operarios del Sindicato de trabajadores de la Alimentación (STIA), dijo a la agencia DyN que la situación de los trabajadores "es crítica" y permanecen apostados fuera de la planta para "evitar un posible vaciamiento". Caminos aseveró que los trabajadores saben "de los problemas que existen en relación con las exportaciones con Brasil", pero "la empresa no pone todo de su parte", estimó. "La fábrica tomó esa actitud de sacar la gente y cerrar los portones. No cobramos y no sabemos si vamos a seguir trabajando", añadió.
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