El peronismo siempre repite las estrategias que le han dado resultado y ahora parece que no será la excepción. El año que viene se ponen a disposición del electorado dos de las cincas bancas en la Cámara Baja de la Nación y la administración cristinista pretende que lleguen dos legisladores nacionales que se reporten a ellos. Por ese motivo, la Casa de Gobierno le abrió las puertas al intendente capitalino, Ricardo Quintela, que sin estridencias logró el aval nacional para la constitución de una empresa municipal de colectivos, que es una Sociedad del Estado que no tiene nada que ver con una SAPEM. A Quintela ya le escucharon los reclamos y ahora la Nación también envía mensajes al gobierno de Luis Beder Herrera, que fueron leídos y por eso, la actitud de sus concejales a la hora de votar, con excepción del representante del ministro de Infraestructura, Néstor Bosetti, que poco comulga con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En una semana, el jefe comunal logró que el titular de Transporte de la Nación, que es el mismísimo ministro del Interior, Florencio Randazzo, le diera las llaves de los despachos a su cargo para que se aceleren la llegada de los micros que saldrán a las calles capitalinas en consonancia con el servicio brindado por la Cooperativa Riojano´s. Aunque se buscó que se rescindiera el contrato, el gobierno nacional lo desautorizó, ya que quien brinda el servicio es una cooperativa, que es una política del Estado del proyecto nacional y popular. Si se hubiera avanzado, decenas de trabajadores del volante se hubieran quedado sin trabajo. Randazzo se informó sobre el crecimiento demográfico de la capital riojana y puso en marcha el mismo proceso que se han hecho en otras ciudades del país, en donde la Nación hace un acompañamiento para mejorar el transporte de la clase trabajadora. Con ese apoyo, que es una decisión política, se deja de lado los trámites burocráticos y hasta las unidades que serán adquiridas se pagarán con los mismos subsidios que envía la Nación al transporte público de pasajeros. Así el municipio no necesita de un respaldo, que hoy no lo hubiera tenido, ya que la provincia no tiene ley de coparticipación municipal. Dicha norma es la garantía para que los municipios o las provincias accedan a créditos, como suceden en otras jurisdicciones. Pero no es caprichosa la decisión política, ya que Quintela y Randazzo se conocen desde el paso del riojano por el Congreso de la Nación. Y eso ha llevado que cosecharan una amistad que se ha traducido en un apoyo político e institucional a la Municipalidad de la Capital en la dura puja con el gobierno de Beder Herrera. Puede ser esa actitud la respuesta a los interrogantes de cómo subsiste la administración quintelista frente a los embates bederistas y especialmente al recorte de recursos o mejor dicho seguir con la misma transferencia del 2006. Todos esos movimientos ya se ven en la Casa de Gobierno y la política de la municipalización del país también está relacionada, por lo cual a paso lento la provincia ya no le pone tantos obstáculos a Quintela.
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