Integrantes de familias que se dedican a la producción agrícola recurrieron al gobierno provincial para solicitarle les ceda en calidad de préstamo o comodato una fracción de tierras fiscales ubicadas en la zona de Termas de Santa Teresita, en el departamento Arauco, con el propósito de desarrollar un espacio productivo, sobre una disponibilidad de unas 2.700 hectáreas y que cuentan con recurso hídrico natural. El pedido fue gestionado ante el secretario de Tierras Ariel Puy Soria a quien le anticiparon que también se podrían destinar sectores considerados “oasis” con atractivos naturales y otros con incalculable valor histórico para fomentar la actividad turística. Puy Soria, el director de Bienes Fiscales Pedro Ruiz Tagle y los productores Carlos Álamo, Martín Allendez y Víctor Bufelli, participaron de una jornada de trabajo junto a pequeños productores agrícolas oportunidad en que recorrieron espacios improductivos de propiedad estatal sobre unas 2.700 hectáreas, con la particularidad que a pesar de estar en zona considerada desértica existe agua subterránea que se origina en el Salar del Pipanaco, una cuenca hídrica que es compartida geográficamente con la provincia de Catamarca. Víctor Buefelli, al hablar en nombre de las familias productoras, informó sobre la elaboración de un proyecto productivo en donde inicialmente se trabajaría en unas mil hectáreas, lo que permitirá la siembra de pastos y forrajes, entre ellos Buffel y alfalfa. Bufelli consideró que de esa manera se podrían incorporar como proveedores en el mercado local para el sector ganadero y contribuir a la disminución de costos para el sector. Destacó además “la idea es conformar una cooperativa de trabajo que estaría en condiciones de sumar a la producción tomate, ají y melón rocío de miel para exportación, entre otros. Consideró además que la inversión para poner en producción esa importante fracción de tierras no sería elevada, teniendo en cuenta que lo más importante y que en otros lugares escasea, es el suficiente recurso hídrico subterráneo originado en el agua subterránea del Salar del Pipanaco, una cuenca hídrica que es compartida geográficamente con la provincia de Catamarca. Para graficar mostró la existencia de al menos tres perforaciones abandonadas, cuyo liquido podría ser ubicado en un tanque australiano para reserva y distribución en un sistema por goteo”, pero también consideró como alternativa “la posibilidad de acceder tan solo de unos 800 metros lineales de tendido eléctrico, lo que facilitaría la colocación de grupos electrógenos o en el peor de los casos con algún equipo impulsado a combustible líquido”.También destacó “necesitaríamos que el estado nos dé una mano para el cierre perimetral, no en calidad de donación, sino que estaríamos dispuestos a devolver con producción propia del emprendimiento que se generaría”, proyectando incluso una gran feria de exposición y venta de productos a menor precio”. Señaló que además “a nosotros como riojanos y productores nos duele que el agua se esté perdiendo y no sea aprovechada porque el recurso es suficiente”, estimando también que “con la existencia de verdaderos oasis en lo que parece un desierto, además se podrían conformar sectores con cabañas y generar nuevas alternativas turísticas, favorecidos por la presencia de las aguas termales vastamente conocidas por sus propiedades terapéuticas”. Los productores se lamentaron además por el estado ruinoso de lo que en su momento fue la capilla y hotel de Santa Teresita, construido hace unos 200 años o más por un sacerdote. En este sentido, consideraron que podría disponerse su recuperación y puesta en valor para generar un sitio de interés, ejemplificando que se conservan aún en las paredes pinturas originales de más de 130 años, entre ellas la imagen de la Santa Teresita patrona de los enfermos.
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