Comisario Roque Jaime, director de Seguridad, comisario Marcelino Elizondo, jefe de la Unidad Regional IV-Capital, subcomisario Edith Avila y la agente Katherina Seárez. Dos de las efectivas policiales que participaron del despeje de la obstrucción del ingreso al profesorado Castro Barros por alumnos y docentes, ratificaron ayer que fue la diputada Lucía Avila quien las agredió. Afirmaron que la denuncia no tiene que ver con banderas políticas. La subcomisario Edith Avila y la agente Katherina Seárez, acompañadas por el jefe de la Unidad Regional IV-Capital, Marcelino Elizondo y por el director de Seguridad de la Policía de la Provincia, Roque Jaime; se presentaron en esta Redacción ayer y ratificaron las denuncias por agresiones y amenazas en contra de la diputada provincial Lucía Avila. Sostuvieron que durante el despeje del alumnado y los docentes que impedían el ingreso al profesorado, las mencionadas policías y la subcomisario Mariela Fernández, fueron mordidas por la diputada en momentos en que daban curso a la acción judicial emitida por el juez Barría, que ordenaba el despeje del lugar. En este sentido la subcomisario Avila, detalló que “cuando las cosas se pusieron tensas por la irrupción del dirigente gremial Rogelio De Leonardi, quien incitó a los estudiantes a resistir e impedir que el segundo jefe de la regional IV-capital, Elio Vera, leyera la orden judicial, en un forcejeo cuando la Policía intentaba abrirse paso entre los manifestantes, es que aparece la diputada y se abalanza con insultos sobre la cadena humana policial”. Según la funcionaria policial, “la diputada se tira al piso y empieza a gritar que no le peguemos, en ese momento yo trato de levantarla, es donde ella me muerde, y a la vez yo era agarrada de atrás por un camarógrafo que ella había llevado y que filmaba todo lo que ella le decía, en esos momentos es que me muerde la otra señora (Beatriz Martínez)”. Por su parte, la agente Seárez, contó que en su caso cuando intentaban ingresar con el cordón policial y romper la resistencia de alumnos y docentes que estaban parados paralelos a la fachada del profesorado, la legisladora intenta impedir el paso “ella empieza a pecharnos y nosotros a hablar, y a sacarles los brazos; en un momento yo quedo del otro lado de ella y me tuercen el brazo izquierdo que queda debajo, ahí yo siento que ella me muerde y levanto las manos; ella queda debajo mío y siento que me dice que iba a quedar sin trabajo, me insultó, y comenzó a gritar soy diputada no me toquen, de ahí viene el camarógrafo de ella, me quiere agarrar las manos y comienza a correrme por lo que yo me hago un lado, y es donde la subcomisario Avila la intenta levantar y la muerde a ella”. Asimismo, ambas policías ratificaron que fueron amenazadas en todo momento por la diputada respecto a que se iban a quedar sin trabajo, y por el dirigente gremial Rogelio De Leonardi quien inclusive les dijo que sus hijos “pagarán” y que se volverían a cruzar en las calles. “Acá no hay banderas políticas, no hay quien pague, no existe ninguna otra intención que no sea la de demostrar que hemos sido damnificada; a mi nadie me pagó, yo tengo mi trabajo y mi familia y mis cosas por esfuerzo propio, por lo que al único que le debo las gracias es a Dios”, concluyó la subcomisario Avila.Por otra parte, informaron respecto a las pericias odontológicas a las que se sometieron y ahora el fiscal Emilio Canavesio y el juez de la causa deberán esperar que la diputada Avila sea peritada para analizar si las marcas de las mordeduras coinciden con las piezas dentales de la legisladora.
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