Este es el llamado que la iglesia riojana hizo a la comunidad, mediante una carta pastoral por el tiempo de adviento. El llamado hace referencia especialmente a los proyectos de reformas que afectan a jubilados y trabajadores. El obispo Marcelo Colombo publicó una carta pastoral de adviento en la que insta a la comunidad riojana a que, ante las dificultades que atraviesa nuestra sociedad, hacer una oración más intensa y solidaria y “dejarnos iluminar por el Señor y su Palabra para estar presentes con el testimonio necesario de nuestro amor”, al tiempo que afirmó que “No hay grieta que se resista a Cristo”. También, destinó un párrafo para exigir a los legisladores, especialmente a los nacionales, defender la dignidad de los más pobres ante leyes que cercenen sus derechos, como por ejemplo los proyectos de reformas, considerando que afectan a jubilados, trabajadores y a los pueblos y familias de aquellas provincias que como la nuestra, dependen en gran medida de los aportes del Estado Nacional.
El texto completo:
CARTA PASTORAL DE ADVIENTO
Padre Marcelo Colombo, Obispo de La Rioja
“Señor, eres nuestro padre, nosotros somos la arcilla, y tú, nuestro alfarero: ¡todos somos la obra de tus manos!” Isaías 64,7
Queridos hermanos,
Con estas bellas palabras del profeta Isaías, comenzaremos el Adviento. ¡Cómo no detenernos ante una imagen tan expresiva que nos devuelve a la realidad más honda de ser criaturas de la mano de Dios! Frente a nuestra incapacidad para vivir en la comunión y gestar una sociedad más fraterna, volvemos al Artesano que siempre hace nuevas todas las cosas. Recientemente los invitaba a considerar la Jornada Mundial de los Pobres como una verdadera puerta al Adviento Solidario, expresión de nuestra fraternidad que no se limita a poner en común bienes y cosas, sino a procurar que nos redescubramos hermanos y responsables unos de otros. Ese fin de semana una rica gama de actividades nos invitó a hacer esta experiencia de Iglesia de hermanos: el Encuentro Nacional de Comunidades de Base (Goya) y el Congreso Misionero (Neuquén). En ese vivo contexto eclesial, resonó con fuerza la llamada del papa Francisco a poner en un lugar central la vida de los pobres. La práctica pastoral de las Cebs así como la mirada misionera de la Iglesia los tienen en cuenta como sujetos, protagonistas de su vida y tarea evangelizadora. El Adviento Solidario será pues, el modo de concretar nuestro caminar al encuentro de Jesús que nace para salvarnos. Nace en nuestros corazones, en nuestra mirada, en nuestras celebraciones que hacen visible la esperanza que nos hermana: ¡Viene el Señor!
1. Con San Nicolás, al encuentro de Jesús que nace entre nosotros.
Este Año, la Novena de San Nicolás incluirá en su programación la salida por algunas horas del día de la imagen de nuestro Santo Moreno a lugares de dolor y de esperanza de nuestra ciudad.
De esta manera, queremos expresar con la visita de San Nicolás a tales espacios que indicaremos en breve, la estrecha relación que tiene la vida de nuestro pueblo con el Santuario de San Nicolás. Esperar a Jesús, con San Nicolás entre nosotros, es una llamada especial del amor providente del Señor.
En el año del 50° aniversario del comienzo de la misión pastoral de Mons.Angelelli, esta salida navideña de San Nicolás será un homenaje y también una concreta incorporación de su propio mensaje nicoleño. Aquella misa de Navidad bajo el algarrobo sigue invitándonos a volver sobre Jesús que nace en nuestra comunidad.
2. Con la Iglesia, discernir la llamada de Jesús que nace en el corazón de los jóvenes.
La semana pasada nos encontramos con la mayoría de los sacerdotes de nuestra diócesis para reflexionar sobre la invitación del Papa Francisco a un Sínodo sobre los jóvenes, la fe y la vocación. Más concretamente destinamos largos momentos de esa semana a imaginar los caminos más apropiados para ayudar a los muchachos y chicas de nuestras comunidades a tomar en serio la llamada de Dios a la vida, a la fe, y al compromiso con esa fe.
Les pediría a sacerdotes y comunidades, especialmente a los catequistas y servidores de la liturgia, que en Adviento fortalezcamos la referencia vocacional de toda la vida cristiana para animar a nuestros jóvenes a abrirse al llamado de Dios que los invita a hacerse cargo del amor responsable que ha derramado en sus corazones.
3. Con María y José, llevamos a Jesús a los hombres y mujeres de nuestro pueblo.
Lejos de la experiencia cristiana pensar en una mirada desencarnada de la vida y de la Navidad. Las dificultades que atraviesa nuestra sociedad nos tocan de lleno y nos proponen además de una oración más intensa y solidaria, dejarnos iluminar por el Señor y su Palabra para estar presentes con el testimonio necesario de nuestro amor. No hay grieta que se resista a Cristo, el Pontífice (puente) de nuestra fe. En sus manos alfareras podemos imaginarnos sostenidos en una obra nueva que supere la tragedia del rencor y los desencuentros. Naciendo entre nosotros en la humildad de nuestra carne, nos urge a tener una mirada comprometida con las cosas que pasan, a no dejarnos distraer ni pasar de largo frente a aquellos acontecimientos dolorosos que pueden prolongar la incertidumbre de muchos hogares.
Por eso, no descuidemos exigir a nuestros legisladores, principalmente nacionales, en el marco de la democracia, la defensa de la dignidad de los más pobres en la discusión de leyes que la cercenen o afecten gravemente, especialmente los proyectos de reformas que afectan a jubilados, trabajadores y a los pueblos y familias de aquellas provincias que como la nuestra, dependen en gran medida de los aportes del Estado Nacional. Así ayudaremos al Gobierno Nacional a ejercer su importante misión al servicio de todos los argentinos. En este Adviento, que sea éste nuestro don de cristianos sensibles y solidarios.
Queridos hermanos, Dios bendiga nuestro Adviento y nos ayude a transitarlo como una preparación entusiasta de la llegada del Señor que nace ente nosotros. Vuelvo a rogarles con insistencia, que sustituyan las bombas de estruendo y los fuegos de artificio de las fiestas patronales, especialmente en las próximas, nicoleñas y navideñas, con otros modos de festejo que no dañen la salud de nuestros hermanos y de la creación. No me hacen mal a mí ni me ofenden cuando desoyen esta llamada. Dañan a los hermanos y hermanas, ancianos, enfermos, a la entera Creación… Festejamos amando con obras y en verdad.
¡Feliz Adviento! ¡Feliz camino con Jesús, María y José peregrinos entre nosotros! Con afecto en Cristo, los bendigo en Jesús, nuestro Niño Alcalde y buen Pastor.
La Rioja, 29 de noviembre de 2017.
Padre Marcelo Colombo
Obispo de La Rioja