Por primera vez en la historia de la Curtiembre de Nonogasta, la totalidad del cromo recuperado en dos meses, fueron sacados de la Provincia y llevados a un centros especial de tratamiento de residuos peligrosos ubicados en la provincia de Buenos Aires. Ahora el desafío está en el trabajo de recuperación del “pasivo” ambiental que dejó la empresa en piletones ubicados al norte de la fábrica y que desde el Gobierno, aseguran que se están trabajando seriamente. El traslado del cromo pudo concretarse gracias al trabajo realizado por los filtros puestos en marcha hace dos meses por las máximas autoridades provinciales y municipales, y de esa manera la totalidad del cromo es retirado de la zona para evitar la contaminación. Ayer el secretario de Ambiente de la Provincia Santiago Azulay recorrió la planta y constató el retiro del cromo. Allí informó que “estamos cumpliendo con la palabra empeñada de nuestro gobernador (Sergio Casas), de nuestro diputado nacional (Beder Herrera) y cerrando un ciclo que tienen que ver con el tratamiento del ciento por ciento de los efluentes, hace dos meses estuvimos poniendo en marcha estos filtros de recuperación de cromo, luego de que los filtros recuperaron ya 20 toneladas de cromo, que son los primeros de la historia que van a dejar Nonogasta y van ser dejados en un tratador de residuos especiales en la localidad de Campanas, Buenos Aires”.
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