Julio Pereyra, titular de la Federación Argentina de Municipios (FAM), no tuvo el lunes una buena estadía en La Rioja, tras la invitación de Teresita Luna. Como intendente del partido bonaerense de Florencio Varela, Pereyra llegó a buscar apoyo para Cristina en la pelea con el campo. Sin embargo, se encontró con un muro –representado por los intendentes- que avalan al gobierno nacional, pero quieren que las cosas cambien. En otras palabras, están con la Casa Rosada al estilo riojano: si hay concreciones (obras y recursos) cuenten con el aval. El primero que lo hizo notar fue el intendente capitalino, Ricardo Quintela, que le pidió al titular de la FAM que se coparticipen las retenciones como se hace con el impuesto a las ganancias. Y Quintela sabe lo que no es tener fondos para gastos de funcionamiento e ir a suplicar a la Casa de Gobierno. Con Luis Beder Herrera, los intendentes hicieron su propio juego político que dejó sin palabras a la Vicegobernadora, a cargo del Ejecutivo. El quintelismo definió seguir con su política interna: que la gente sea la menos perjudica en las peleas y en este caso, focalizado con el campo.
Por eso, tomaron el pensamiento de la mayoría de los riojanos, que no les alcanza llegar a fin de mes, y saldrán a posicionar su mensaje político: no se apoya a los ruralistas sino se pide que se distribuya en el país los recursos que generan las provincias y se atienda las necesidades de las regiones más pobres. Tambié jugó su carta el jefe comunal de Arauco, Gustavo Minuzzi, que se defendió de Pereyra, ya que a su entender tomó a los intendentes como alejados de la realidad que se vive en la Argentina. Al mejor estilo de un profesor de universidad, el intendente bonaerense trató de explicar con cuadros las bondades del proyecto kirchnerista en su posición con las retenciones, que quedan en la caja de la Casa Rosada. Sin embargo, Minuzzi le dijo a Pereyra que en La Rioja se ve televisión nacional y llegan los diarios. Tanto Quintela, Minuzzi y el intendente de Chilecito, Lázaro Fonzalida, le dieron la espalda a Pereyra al no participar de un almuerzo en el Naindo Park Hotel organizado por Teresita Luna. Minuzzi afirmó que “vinieron a exigir que los apoyemos, pero no a darnos soluciones a nuestras necesidades”. Al no querer tampoco respaldar el posicionamiento lunista ante el viaje del Gobernador, los jefes comunales comenzaron a despegarse de las pretensiones kirchneristas. No aceptan el concepto de apoyar todo, pero que ese todo quede en Buenos Aires. El federalismo lo dejamos para más adelante.
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