PARA EL INDEC UNA FAMILIA TIPO NECESITA $14 POR DIA PARA COMER.

A dos años de la intervención del INDEC y las primeras sospechas de manipulación de cifras, la inflación oficial empezó a acercarse a la que detectan los analistas privados. Pero no porque el dibujo hubiera cesado sino porque la crisis deprimió el consumo y aplacó algunos aumentos de precios. En febrero, el índice de precios al consumidor (IPC) arrojó un alza del 0,4%, mientras las consultoras lo estimaron entre el 0,6 y el 1,1 por ciento. Igual, el INDEC no suprimió su cuota mensual de sorpresas: estimó que una familia tipo puede comer un mes con $441, que logra zafar de la pobreza con $991, que la canasta básica está el 2,1% más barata que hace un año y que la carne bajó en febrero el 1,7 por ciento, según Crítica de la Argentina. Para el polémico ente estadístico, la mitad de la inflación del mes pasado se debió a la suba del transporte y las comunicaciones. El rubro trepó el 3,2%, por el rezago con que empezaron a regir los aumentos de algunos boletos que habían arrancado en enero. También se admitieron alzas menores en indumentaria (0,7%), esparcimiento (0,9%) y educación (0,4%). En alimentos y bebidas, en cambio, se consignó una caída del 0,6 por ciento. Entre los privados, el estudio Bein calculó un aumento de precios promedio del 0,6%, que adjudicó al incremento del transporte y de los cigarrillos. Estimó además que hubo rebajas en indumentaria (-0,7%) y en equipamiento para el hogar (-1,5%), por las liquidaciones de fin de temporada y las que lanzaron las cadenas de electrodomésticos para sostener las ventas. La consultora Economía y Regiones (E&R), por su parte, estimó una inflación mensual del 1,1%, pero habló de “una clara desaceleración durante el segundo semestre de 2008 y el primer bimestre de 2009”. Además coincidió con el Gobierno en que los alimentos y bebidas bajaron levemente el mes pasado. Si se analiza el último año, sin embargo, la brecha entre lo oficial y lo real sigue siendo un abismo. El INDEC de Guillermo Moreno registra un alza del costo de vida del 6,8% para los últimos doce meses, mientras Bein estima el 17,1% y E&R el 16,2 por ciento. El dato es clave para las negociaciones salariales que se avecinan, donde los gremios volverán a exigir la recomposición del poder de compra de los trabajadores y las empresas se negarán con el argumento de que venden menos por la crisis y los precios ya no suben tanto. Los datos sobre precios también cobran relevancia en un año electoral. Al subestimar el costo de la canasta básica, el Gobierno oculta más de cuatro millones de pobres. Dice que hay unos ocho millones, contra más de 12 millones que contabiliza la oposición. En los primeros dos meses del año el IPC oficial trepó sólo el 1 por ciento. Los cálculos de Bein y E&R lo duplican, porque en enero habían detectado alzas mayores. Según la consultora Equis, de Artemio López, el bajón del consumo de fines del año pasado no llegó a frenar los precios, que recién se amesetaron entrado 2009. El combo de recesión con aumentos de precios (estanflación) es el escenario de crisis que más temen en el Gobierno. Y no parece demasiado remoto. Aunque esté cayendo, la inflación que las empresas esperan para 2009 no baja del 12 por ciento. Y el Banco Mundial acaba de estimar que el crecimiento de la economía puede llegar a ser nulo pese al arrastre positivo del año pasado.