El regreso de Julio Cobos a la UCR ya está definido. Se concretará el 17 y 18 de abril en Mar del Plata, cuando se reúna la Convención Nacional del radicalismo. El órgano partidario revisará la “expulsión de por vida” con la que había sido sancionado el mendocino después de adherir al kirchnerismo y compartir la fórmula que llevó a Cristina Fernández a la Casa Rosada. El titular del partido, Gerardo Morales, afirmó ayer que probablemente se “levante la sanción a Cobos y se le otorgue una licencia a su afiliación hasta que finalice su mandato como vicepresidente”. Algunos referentes radicales, que temen que Néstor Kirchner pueda meter la mano en el partido a través de una intervención judicial, no desconocen que, antes de otorgarle la licencia, el mendocino tendrá que firmar nuevamente su ficha de ingreso al partido fundado por Leandro Alem, ya que actualmente es afiliado al Consenso Federal (Confe), la agrupación que armó después de su “voto no positivo” en el Senado y de la fractura de la Concertación Plural. El retorno de Cobos es un hecho más que anunciado. Después de votar en contra de la resolución 125 y de que su imagen creciera en la consideración pública, comenzó un persistente clamor para repatriarlo. La movida comenzó siendo impulsada por Enrique “Coti” Nosiglia, Leopoldo Moreau y unos pocos más. La discusión quedó saldada después de que el mendocino visitara a Raúl Alfonsín en su departamento de la avenida Santa Fe. Morales ayer aseguró que, con el regreso de Cobos, los radicales van a cumplir con una obsesión del ex presidente. Hablando precisamente de Alfonsín, el actual titular de la UCR aseguró que el líder radical “siempre tuvo la intención de que Julio volviera. Era una de sus obsesiones en pos de la reunificación del partido”. En una de las tantas visitas a Alfonsín, en la que Morales y Cobos coincidieron, se habló de la fórmula que finalmente utilizaría la convención para facilitar el regreso del vicepresidente al partido. Hijos de la necesidad, los radicales fueron levantando de uno en uno sus cuestionamientos a quien fracturó el partido y les impidió triunfar en 2007 cuando se eligió gobernador en Mendoza. Por lo previsible del regreso, un importante dirigente nacional de la UCR que ayer habló con este diario opinó que “la convención se realizó el jueves, cuando marchamos hacia la Recoleta para enterrar a Alfonsín. Lo de Mar del Plata será formal”, para dar por sentado que no habrá más dificultades. El levantamiento de la sanción está decidido. La forma legal todavía está en estudio. La conducción partidaria espera que el vicepresidente tenga una contraprestación y facilite el acuerdo de los cobistas con la estructura partidaria en Córdoba y en Buenos Aires, dos distritos en los que las internas desvelan a los integrantes del partido centenario. El modelo que pretenden es el de Mendoza, donde todos los sectores se pusieron de acuerdo en el armado de las listas electorales.
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