miércoles, 12 de mayo de 2010

DESDE EDUCACION CONSIDERAN COMO "PREOCUPANTE" LA "RATEADA" MASIVA.

El Ministerio de Educación hizo un análisis del fenómeno ocurrido la semana pasada cuando se produjo una faltazo escolar o “rateada” masiva entre alumnos del nivel secundario y que había sido convocada por medio de la red social Facebook. Fue a través de Oscar Santillán, director general de Educación Secundaria del Ministerio de Educación, quien analizó el hecho y dejó algunas consideraciones. Santillán afirmó que lo "preocupante del fenómeno ocurrido" fue el medio utilizado para convocar a la rateada general. "Si todo se hizo a través de estas nuevas tecnologías tenemos que decir que todo lo mágico que tiene Internet también lo tiene de peligroso. Y acá hay que hacer una advertencia a los padres y a los chicos porque en estas cuestiones tan modernas no sabemos quien está del otro lado convocando. Si la convocatoria a través del Facebook se hizo para esto, vemos que el peligro es que este tipo de cosas se hacen generalmente para cuestiones negativas", analizó. El funcionario agregó que "no hay que subestimar a los jóvenes ni pretender manejarles el destino" al tiempo que valoró que pese a la rateada "había muchos alumnos que sí estaban dentro de los colegios". "Esto debe servir para que los jóvenes analicen sus modas pero también para que los adultos estemos atentos, que la familia controle a sus hijos y que la escuela sea el ámbito propicio para situaciones de aprendizaje. Hay que tener en cuenta que algunas situaciones como la que han sucedido se produjeron fuera de la escuela. Es muy peligroso imitar lo que venía sucediendo en otras provincias. Acá hubo una conducta inducida. Y a los jóvenes hay que decirles que no dejen que manejen sus vidas", opinó el titular del nivel medio del Ministerio de Educación. Más adelante, Santillán opinó que los padres deben estar al tanto de qué es lo que hacen los hijos frente a la computadora pero aclaró que este control debe realizarse de una manera "pedagógica y reflexiva que le permita al joven el manejo y el crecimiento frente al uso de las nuevas tecnologías". "Los padres y las instituciones educativas deben darle la dimensión exacta al recurso tecnológico y no creer que llegó para solucionar todos los problemas", agregó. Luego Santillán recordó que está en vigencia la ley 8.295 que se refiere a las pautas de convivencia dentro del sistema educativo. "Lo primero que hay que aclarar es que no se puede pedir directamente la actuación de la escuela como institución porque el alumno no ingresó a la escuela en este caso. Y si está dentro de la escuela y se debe retirar son los padres los que deben autorizar la salida de sus hijos", comentó. El funcionario indicó que la mencionada normativa establece en base a principios democráticos y pedagógicos "la búsqueda de una buena convivencia entre pares, entre alumnos y profesores y entre docentes entre sí para lograr una buena armonía dentro de toda la comunidad educativa". "Esta ley lo que busca es la reflexión y una sanción pero para mantener al joven dentro de la escuela. Debe ser la propia escuela la que debe determinar el tipo de conducta de sus alumnos, si son graves o leves para a partir de allí aplicar las sanciones que correspondieren pero siempre dentro del ámbito interno de la escuela, es decir de todo aquello que suceda adentro del establecimiento. Esta normativa no busca que los alumnos se sientan perseguidos pero sí que se sientan controlados", sostuvo. Santillán añadió que en base a esta ley de convivencia escolar una conducta incorrecta de un alumno puede derivar -si la situación así lo amerita y si así lo determinan las autoridades del colegio- en el hecho de que el joven pueda ser cambiado de sección o incluso ser separado de la institución. Por último, el funcionario insistió en que los padres de los alumnos "deben estar muy atentos" respecto de las conductas que desarrollan sus hijos. "Ningún chico debe permitir que nadie le diga 'hoy no vayas a la escuela' y esperamos que esto no sea más que una travesura de jóvenes. Y a su vez cada escuela debe analizar qué pasa con sus alumnos pero teniendo en cuenta siempre cuando estos hechos se producen fuera de los establecimientos", concluyó.

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