miércoles, 27 de octubre de 2010

NÉSTOR KIRCHNER, UN HOMBRE QUE NUNCA ABANDONÓ EL PODER.

Pese a su delicado estado de salud, Néstor Kirchner fue una figura central en el gobierno de su esposa y pretendía volver a ser el presidente de los argentinos; su carrera política desde sus inicios en Santa Cruz hasta hoy. "Este es tu tiempo", le dijo Néstor Kirchner a su esposa en su último acto antes de entregarle el bastón presidencial. Pero el ex presidente argentino, que gobernó el país entre 2003 y 2007 y fue hasta hoy diputado nacional, titular de la Unasur y presidente del Partido Justicialista, nunca abandonó los círculos de poder. Pese a haber sufrido serias descompensaciones en su salud en los últimos meses, el único presidente patagónico que tuvo la Argentina no dejó de ser protagonista de la política argentina durante la gestión de su esposa y se preparaba para lanzar su candidatura para las elecciones presidenciales del año que viene. Casado con la actual presidenta Cristina Fernández, con quien tuvo dos hijos, Máximo y Florencia, en 1976 Kirchner se recibió de abogado en la Universidad Nacional de La Plata. Militó en el PJ desde joven, donde integró las filas de la Juventud Peronista. Este abogado de 60 años tomó protagonismo en el escenario político en 1987, cuando fue intendente de Río Gallegos tras lo cual fue tres veces gobernador de Santa Cruz. Peleó la Presidencia en 2003 de la mano de Eduardo Duhalde, lo que implicó la modificación de su discurso político. Es que Kirchner comenzó su campaña proselitista con duras críticas al gobierno de Duhalde y terminó elogiando a su gestión. El proyecto político a gran escala de Kirchner estaba previsto sólo para 2007, pero la crisis desatada con la caída de Fernando de la Rúa aceleró sus tiempos. La presidencia. Llegó a la Casa Rosada con el 22,24% de los votos en 2003, el más bajo de la historia, y gracias a la renuncia de Carlos Menem al ballottage. Entre junio de 2003 y agosto de 2004 de su gestión, Kirchner se afirmó como el principal actor político. Tras asumir, pronto expuso su estilo de liderazgo, confrontando con diversos actores políticos y sociales, animándose a plantear posturas fuertes y conflictivas. Construyó su poder apoyándose sobre todo en la recuperación de la economía y del empleo aunque experimentó, sin embargo, el primer desgaste por la ola de inseguridad, el desborde de grupos piqueteros (como la toma de una comisaría por parte de Luis D? Elía), los ataques a la Legislatura porteña (julio de 2004) y los primeros síntomas de la crisis energética. Desde fines de 2004 buscó consolidar su proyecto. En plena recuperación económica, avanzó en la ruptura con Lavagna (convirtiéndose en el único responsable del modelo económico) y con el FMI (pagando la deuda con reservas). Además, Néstor Kirchner impulsó la renovación de la cuestionada Corte Suprema del menemismo, una de sus medidas más elogiadas. Durante su gestión promovió la inconstitucionalidad de las leyes de Obedencia Debida y Punto Final, que permitieron la reapertura de las causas por las violaciones a los derechos humanos de la última dictadura militar. A diferencia de su esposa, Kirchner fue el mandatario que menos usó la cadena oficial de radiodifusión (apenas tres veces; una de ellas, para embestir contra la Corte Suprema) y nunca dio una conferencia de prensa en la Casa Rosada. Durante su último año de gestión, en menos de 10 meses, perdió más de 20 puntos de imagen positiva y la negativa se duplicó, en gran parte por la inflación y la manipulación de las estadísticas del Indec. Además se sucedieron escándalos de corrupción, como los que implicaron a la entonces ministra de Economía, Felisa Miceli y la valija bolivariana. En ese momento, la inseguridad se convirtió en el principal problema de los argentinos. La gobernación de Santa Cruz. El inicio de su carrera política data de mucho antes, en su provincia natal, donde fue tres veces gobernador. Aunque en 1994 mandó a sus legisladores a votar en contra de la reforma constitucional que promovió la reelección de Menem, modificó la Carta Magna de su provincia para imponer una cláusula de reelección indefinida, lo que le permitió retener por tercera vez el control del Poder Ejecutivo santacruceño. En 1996, Kirchner fundó la denominada Corriente Peronista. Allí logró alinear a los dirigentes del PJ que cuestionaban el modelo neoliberal de Menem. Pero más tarde, los gobernadores del Frente Federal y el propio duhaldismo le hicieron un vacío. Desde entonces mantuvo una dura puja con Menem y con Duhalde. A mediados de 2002 cuestionó a Duhalde cuando éste lanzó un explícito apoyo a la candidatura presidencial de José Manuel de la Sota, pero luego llegó el tiempo de la reconciliación. Las encuestas le daban mejor a Kirchner y el gobierno le soltó la mano al mandatario cordobés para abrazar al santacruceño. Desde que Kirchner asumió la presidencia en 2003 los problemas de salud le ocasionaron serias complicaciones y, pese a que en el último tiempo sufrió descompensaciones que lo obligaron a internarse tres veces, la noticia de su muerte dada a conocer esta mañana sumió al país en la conmoción.

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