El lunes, las palabras del intendente Ricardo Quintela generaron zozobra en el edificio de la Municipalidad de la Capital y en el seno del ‘quintelismo’, ya que en declaraciones a la prensa dejaba trascender un cansancio de la política y la posibilidad de dejar pasar un periodo de cuatros años desde el fin de su actual ejercicio para recién presentarse a otro cargo, con lo que dejaba abierta la posibilidad de no buscar la reelección. Pero esto no fue todo, ya que un Quintela sin filtros también embistió con inusual dureza contra parte del entorno del gobernador Beder Herrera, al cual no identificó, pero lo consideró “alcahuete y chupamedia”. A su vez, el jefe comunal ratificó su pacto con el mandatario provincial al manifestar que no buscará desembarcar en la Casa de Gobierno y, en cambio, “apoyará la reelección de Beder Herrera”. Consultado sobre si será candidato nuevamente como intendente por el departamento Capital, Quintela dijo: “Sucede que existe dentro de nuestro espacio una suerte de cansancio físico mental, intelectual y un agotamiento de tiempos. En mi caso particular se trata de una cuestión de desgaste. Por eso, por ahora no pienso discutir en términos de candidatura para la Capital”. También, cuando se le preguntó si esto tenía que ver con el accidente que tuvo su hija meses atrás en Buenos Aires cuando se derrumbó parte de la estructura de un boliche al que esta ultima había asistido y resultó seriamente lesionada, el jefe comunal expresó que “eso fue lo que más me golpeó, yo siento que tanto mi madre como los hijos no tienen la atención necesaria que uno les debe brindar. Siento también que no los puedo gozar ni atender como corresponde y eso me llevó a esta reflexión. Con solo pensar lo peor me emocioné, me sentí ahogado y con culpa”. “Además hay otros motivos que me llevaron a realizar este análisis sobre mi continuidad, como mi situación intelectual, mis estudios, las amistades que construí fuera de la política, temas que uno debe replantearse”, dijo Quintela. Respecto a su relación que lo une con el gobernador Beder Herrera, el hombre fuerte de la Capital dijo que “soy amigo del gobernador como persona más allá de ser amigo como dirigente político. Competimos para la gobernación en 2007, me ganó y me la banqué, porque es mi amigo. Por eso, para despejar cualquier duda, nuestro espacio no va a competir para gobernador, no tenemos proyectos alternativos. Además aun no tenemos decidido que va a ocurrir en la intendencia de la Capital”. Luego llegó el momento de las críticas al entorno del mandatario provincial por parte de Quintela, que sin medias tintas expresó su malestar contra quienes “tratan de generar discordias con el gobernador donde nos las hay, por eso creo que hay tipos que si no tuvieran una actitud de alcahuetería y chupamedismo con Beder Herrera, no estarían donde están. Es necesario hacer un esfuerzo y pedirle a esta dirigencia que deje de embarrar la política. Pedirles un paso al costado, ya bastante disfrutaron. Eran mazistas antibederistas y hoy creen tener la estatura moral para criticar a alguien”. Pero las criticas no quedaron ahí, ya que el intendente amplió las mismas al decir que “hay muchos compañeros de los que no vale la pena hablar. Se sacaban fotos con Maza y ahora según ellos tienen la autoridad moral para criticar. Yo no quiero dar nombres pero si decir que ya no me molestan esas cosas, las acepto porque son las reglas de juego”. Finalmente, Quintela solo rescató a dos personas del entorno del gobernador. Textualmente, el intendente capitalino se refirió a “Arielito” Puy Soria, titular de Tierras de la provincia, y al legislador local, “Fernandito” Rejal.
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