El oficialismo tendrá un desafío extra: además que sus candidatos a legisladores lleguen al Congreso, deberá igual o superar el porcentaje del 29 de mayo para Cristina, quien anunció su reelección. Eso sí ya sin el sistema de colectoras, mientras que si se llega podría desdibujar lo cosechado por Beder Herrera, ya que los beneficiarios serían otros. La sección "Panorama Político" del diario tucumano La Gaceta decía que el gobernador de esa provincia quería ser quien más porcentaje haya tenido en una elección, pero eso ya no sería posible por la excelente performance de Luis Beder Herrera en las elecciones del 29 de mayo. Por eso, José Alperovich impulsó el sistema de acoples, algo más que la ley de lemas, ya que aquí un estamento puede ser radical y otro peronista. El fondo es sumar de todos lados para aunque sea el tucumano pueda ser el segundo mandatario más votado, quien también buscará su reelección. Lo que vive Alperovich se va a dar el 23 de octubre cuando La Rioja ponga en juego tres bancas de senadores y diputados nacionales, respectivamente. Y además ese mismo día se elige Presidente de la Nación. Para el oficialismo ya es una mochila el 67 por ciento que logró Beder Herrera, ya que Cristina –quien va por la reelección- no podría sacar menos que ese porcentaje, al igual que la fórmula oficialista a senadores que integran Teresita Luna y Mario Guzmán Soria. Aquí será gravitante el juego que haga “el señor del 67 por ciento” frente especialmente a las figuras de la vicegobernadora y el presidente del bloque de diputados justicialistas que no concitan la atención del electorado, pese que todavía faltan cuatro meses para los comicios generales. Quizás Teresita Luna ha cometido un pecado, que tiene tiempo de subsanar, ya que en todos sus avisos se olvidó del Gobernador, quien es hasta el momento ha logrado mayor cantidad de porcentaje en el país y se lo nombra como potable vice de la Presidenta -en su reelección- o más adelante ser jefe de Gabinete de Ministros. El lunismo gravita su promoción política en la figura de CFK y Teresita Luna, y dejó de lado al dueño del proyecto político, más allá de que el sector de Teresita sea el bendecido por la Casa Rosada. Más allá de eso, habrá que saber si el oficialismo podrá repetir el 67 por ciento o superarlo, y qué estamento se podría aproximar o llegar al 70 por ciento. La ecuación es simple: si el estamento a senadores, diputados o presidente, siempre hablando del oficialismo, pasa el piso del 67 por ciento se desdibujaría lo hecho por Beder Herrera. Allí podrían aparecer los argumentos que los votos de los riojanos en las elecciones del 29 de mayo tenían nombre y apellido, y justamente no era del actual Gobernador. Por el momento, Ricardo Quintela –con su piso del 50 por ciento en la Capital- se comprometió a trabajar por la Jefa de Estado y había dejado supeditado a otros acuerdos, el apoyo por las fórmulas legislativas, ya que su hermana no fue tenida en cuenta. Ya sin el sistema de colectoras, que hace fácil lo difícil, el oficialismo deberá aceitar la maquinaria porque los ojos de la Casa Rosada estarán en el porcentaje, tras que La Rioja adelantó sus comicios. Aunque a la hora de contar los votos y ser triunfadores, los porcentajes quedan en segundo plano, ya que el objetivo de estar en el Congreso de la Nación estará cumplido. Pero el 67 por ciento es el fantasma que estará en los cuartos oscuros de los comicios nacionales en la provincia.
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