La euforia invade al sector que lidera el intendente, tras la despedida política del Gobernador, quien dijo que los próximos cuatro años serán los últimos. Aunque desconfían, la tapa de El Independiente, donde salieron las declaraciones de Luis Beder Herrera servirá de antecedente o recordatorio, según el momento político que viva la provincia. Por ahora, el quintelismo redefine su posicionamiento provincial, ya que su gran deseo político es gobernar La Rioja, pero antes deberá hacer una buena administración en el principal departamento. Ricardo Quintela llevó a los suyos a la Plaza de Mayo y los comenzó a instruir, con el fin que ellos solos, a través de sus contactos, hagan gestión y que le sirva de trampolín político al sector con la mira puesta en el 2015. Juan José Deleonardi para gestionar recursos para la obra pública, Gabriela Pedrali para hablar con el Ministerio de Desarrollo Social de Alicia Kirchner, Armando Molina (viceintendente electo) para abrir un diálogo con el ex asesor de Teresita Quintela, el actual presidente de la agencia oficial Télam, Martín García, para transmitir el pensamiento del Proyecto Q y se entere la Casa Rosada. Así el intendente dio el primer gran paso y ya nadie desconoce que no saben por qué, pero tampoco preguntan mucho, han encontrado puertas abiertas en cada despacho kirchnerista. Como gran conocedor de la realidad política, Quintela ya escuchó que el ala dura K no le agrada que Carlos Menem haga una buena elección el 23 de octubre y pone a discusión de su sector para salir a recorrer toda la provincia para que Cristina mejore su última performance del 50 por ciento que logró en las primarias. Con esa bandera, el jefe comunal quiere ir departamento por departamento para pedir el voto para la Presidenta y también ponerse al hombro la campaña de la lista del Frente de la Victoria riojana, que integra su hermana, con el propósito que el combo sea completo, sin fisuras y la Nación vea el compromiso por el proyecto nacional y popular. Si da ese paso, la gran beneficiada será también Teresita Luna, aspirante principal para ser candidata a intendente capitalina en el 2015, y se podría dar un acuerdo explícito, aunque sin nada escrito y sin ninguna palabra al respecto. Para eso debe aceitar todos los eslabones quintelistas y no dejar nada al azar, y buscar financiamiento concreto para que el electorado compre que con la administración de CFK hay avance. Hasta el momento, las señales llegan, como siempre sucede, ahora falta la concreción de todos los compromisos políticos. La estrategia Q tomaría color a 40 días del acto eleccionario del 23 de octubre, donde coparía la banca de posicionamiento ante el deseo político de Jorge Yoma de ser el sucesor del Gobernador, por lo menos eso es lo que se dice en Chilecito. En ese sentido, el quintelismo no solo haría pata ancha en la Capital sino también en el interior, a través de retomar los contactos con los caciques departamentales y armar estrategias institucionales comunes en pos del beneficio de todos. Resta saber cómo se tomará en la finca de Anguinán, ya que Beder Herrera hará lo suyo para que Menem no se conforme con el segundo puesto, más aún cuando se ubicó a tan solo tres puntos de Teresita Luna. Allí podría darse un conflicto de intereses, que en la fricción podría beneficiarse la oposición con Julio Martínez. Hasta ahora son todas especulaciones, luego de la salida de una re reelección bederista, según publicó el medio más prestigioso.
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