FELIPE ALVAREZ: "SE ACTUARÁ CON RIGOR CON LOS RESPONSABLES".

Ante la muerte de la joven Belén Brizuela, ocurrida en la madrugada del domingo 20 de noviembre, en la ciudad de Aimogasta, como consecuencia del disparo de un arma que un efectivo policial habría portado mientras intentaba dispersar a un nutrido grupo de jóvenes que peleaban en la plaza principal de la ciudad, tras haber participado de una fiesta en un local bailable, el Ministro de Gobierno, Felipe Álvarez, se trasladó hasta el lugar y, junto al Intendente Gustavo Minuzzi, se presentó en el domicilio de la familia Brizuela, para transmitir a los padres y restantes familiares de Belén las condolencias del gobierno provincial y acompañarlos en ese doloroso momento.Tras el encuentro, el Ministro informó que dos policías se encontraban detenidos por orden judicial, en el marco de la causa penal dirigida a aclarar las circunstancias en que se produjo la muerte de Belén Brizuela y a individualizar a el o los responsables. Asimismo, Álvarez expresó que de inmediato se dispuso el relevo y pase a disponibilidad de las autoridades policiales de la Regional con cabecera en la ciudad de Aimogasta y se ordenó la instrucción del sumario correspondiente por la Dirección General de Asuntos Internos, apuntando que esas medidas buscaban asegurar la eficacia de la investigación tendiente a determinar las responsabilidades administrativas y contribuir a recuperar la paz social en la comunidad de Aimogasta.El funcionario aseguró que el Ministerio a su cargo actuará con el mayor rigor, colaborando con la Justicia y en su propio ámbito, para que se esclarezcan los pormenores de esta muerte inexplicable y los responsables reciban el castigo que corresponda.Por último, el Ministro señaló que, aún cuando entiende la lógica indignación que causa la aparente participación de un agente policial en la muerte de una joven que tenía toda su vida por delante, porque nada justifica que quien tiene por misión proteger la vida y los derechos de las personas resulte eventualmente responsable de una muerte, resulta imprescindible que, una vez que cedan el dolor y la indignación, toda la sociedad, y primordialmente los adultos, reflexionemos y enfrentemos el desafío de la violencia juvenil, expresado en la pelea que antecedió al trágico fallecimiento.