Una foto que se comentó mucho, aunque debería ser algo bastante más normal, es la que se sacó Scioli con su colega Beder Herrera. El ítem convocante de ese encuentro fue un homenaje al caudillo y suerte de héroe local, “El Chacho”. Recordado por ser uno de los últimos líderes defensores del federalismo que se alzó en armas contra el centralismo de Buenos Aires. Quienes lo conocen bien, saben de la obsesión de Daniel Scioli por las imágenes. Es su forma de comunicar. Allí donde está él, siempre hay una cámara. Hay anécdotas al respecto que circulan en el mundo político y empresarial. Más de un intendente se ha sorprendido después de algún acto de gestión cuando comprobó que el Gobernador en persona elige la fotografía que luego será enviada a los medios. Se sabe, también, de sus enojos porque alguna toma ya publicada en los diarios no le agrada demasiado. También, de su impaciencia por mandar rápido las imágenes a canales y redacciones. La imagen es clave para el sciolismo. Nada es casual en ese terreno. Por eso, dos fotos divulgadas en los últimos días fueron muy comentadas en los pasillos del peronismo. Una mostró a Scioli, enfundado en una campera naranja , manejando un sulky -con caballo blanco incluido- para poder llegar a su casa de Tigre en medio de una notable inundación. Se dijo que era una muestra de la tenacidad del Gobernador por llegar a cumplir con un compromiso deportivo. En los hechos, mostró la fotografía de Tigre, el partido del intendente Sergio Massa, atravesando una situación complicada con el agua. Como sufre una buena parte de la Provincia. Una lectura de esa foto en este último sentido arroja a un Scioli empecinado en mostrar que a Massa también se le inunda el distrito. El tigrense es otro obsesivo de la comunicación y tiene una notable habilidad para acumular en los medios noticias positivas e imágenes cool de su ciudad. Fuentes del massismo reconocieron a este diario que aquella imagen venenosa del Gobernador cayó pésimo en el ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner. La otra foto que se comentó mucho, aunque debería ser algo bastante más normal que manejar un carro tirado a sangre, es la que se sacó Scioli con su colega de La Rioja, Luis Beder Herrera. El ítem convocante de ese encuentro fue un homenaje al caudillo de aquella provincia y suerte de héroe local, Ángel “El Chacho” Peñaloza. Recordado por ser uno de los últimos líderes defensores del federalismo que se alzó en armas contra el centralismo de Buenos Aires. Las especulaciones que se escucharon en el PJ luego de esa instantánea, de las que ya dio cuenta el diario platense El Día, apuntaron a un supuesto intento de Scioli por reforzar su perfil nacional, leído en el marco de su anunciada intención de encabezar una propuesta presidencial en 2015. También, por la suerte de metamensaje que supone la exaltación de una figura que reivindicaba una bandera -la de un país federal- que increíblemente todavía hoy, ciento cincuenta años después, siguen enarbolando muchas provincias pero ahora con forma de queja respecto al estatus de las relaciones que mantienen con la Casa Rosada. Algunas, por cierto, se quejan en vos más alta que otras.
Apuntes del 2013
En todo caso, aquel encuentro con Beder Herrera está en línea con otras reuniones que viene manteniendo Scioli, tal vez con menos prensa, y que lo han juntado con intendentes y legisladores peronistas del interior del país, la mayoría muy críticos del cristinismo y su armado territorial conocido como Unidos y Organizados. Son dirigentes acercados por los operadores de la corriente sciolista La Juan Domingo (LJD), integrada sobre todo por legisladores provinciales. De las varias organizaciones justicialistas bonaerenses vinculadas al gobernador, LJD es la que se muestra más activa fuera de los límites de la Provincia, realizando un trabajo de fino reclutamiento para el eventual proyecto “Scioli-2015”. También, es la más ansiosa por obtener de Scioli un gesto rupturista con Cristina que difícilmente llegue. Porque una cosa es diferenciarse de la Rosada y otra muy distinta es romper lanzas. En el sciolismo aseguran que se vendrán otras fotos de ese tipo. ¿Incluso con el cordobés José De la Sota, el peronista más opositor de todos los gobernadores? Se está trabajando en ese sentido, explican los voceros oficiosos del bonaerense. En todo caso, no parece casual que estos gestos de diferenciación se aceleren después de que el mentado proyecto para conseguir la re-reelección presidencial haya entrado prácticamente en vía muerta, debido al compromiso sellado por un amplio número de diputados y senadores nacionales de los partidos opositores para no permitir un debate legislativo a favor de una reforma constitucional al menos hasta diciembre de 2013. Si hablamos de diferenciación, fue de la boca del tigrense Massa de dónde salió recientemente la expresión más marcada en ese sentido. La historia es así: el diario Río Negro dio cuenta de una versión que indicaba que el kirchnerismo estaba gestando secretamente un acuerdo con Massa para que éste encabece la lista de diputados nacionales del oficialismo por la provincia de Buenos Aires el año próximo, seguido de la ministra Alicia Kirchner. Massa negó todo rotundamente. Dijo que no se encuentra en negociación alguna con la hermana del ex presidente Kirchner y que no participará de ningún acuerdo electoral con el Frente para la Victoria. Agregó además “que seguirá buscando acuerdos con otros intendentes pero no para estar al servicio del Frente para la Victoria sino para generar un proyecto diferente, que permita una mejor gestión de la provincia de Buenos Aires” y que “antes de hablar de candidatos hay que definir las ideas acerca de qué queremos hacer, para qué queremos gobernar, cómo pensamos lograrlo, y eso resulta una clara diferenciación de las formas de construcción política del Frente para la Victoria, que representan el pasado”. Las fuentes del massismo, preocupadas porque esos dichos se conozcan, recordaban ayer que el intendente viene visitando a un ritmo bastante frenético diversos distritos bonaerenses (“Dos o tres municipios por semana”, detallan) con la idea de armar una estructura propia que pueda ser presentada en sociedad en el mes de marzo. O bien para presentarse a elecciones con su sello partidario (gente cercana a Massa tiene registrado el nombre Frente Renovador Peronista) o bien para negociar un acuerdo con el oficialismo, a pesar de las mencionadas palabras del propio jefe comunal. Faltan apenas tres meses para esa supuesta fecha bisagra. El panorama politico del país empieza a tomar un color como el arco iris, bello, embelezante y sin definirnos con cual quedarnos.
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