La Cámara Riojana de Productores Agropecuarios, (CARPA), realizó un balance del desarrollo de la Vendimia 2013 y estimó que la disminución en la producción, sería del 10 por ciento. No obstante, destacan la calidad de la uva cosechada. A través de un comunicado de prensa, la Cámara sostiene que “la vendimia 2013 está prácticamente finalizando en la provincia de La Rioja, y lo más significativo de la misma es nuevamente la importante disminución de rendimientos que se han confirmado a medida que avanzaba, y que se estima que en promedio, rondara en el 10 por ciento”. Cabe recordar que “la cosecha 2012, fue muy baja, del orden de los 85.000.000 de kilos, por lo que se prevé que este año no llegará a los ochenta millones, lo que nos deja en uno de los años con menor producción. Muchos son los supuestos respecto a la merma generalizada en esta vendimia, que van desde factores climáticos: heladas tardías, Zonda en floración, temperaturas muy altas, granizos, presencia de enfermedades en el ciclo anterior, fundamentalmente la Peronóspora, etc., pero principalmente la escasez de riego”. Continúan expresando que “lo cierto, es que ningún cultivo se puede desarrollar en forma satisfactoria en nuestra región, con sólo dos o tres riegos al año, cosa que les ha sucedido a los productores de la Cuenca de Santa Florentina, quienes manifestaron que regaron en agosto y lo volvieron a hacer en diciembre, luego que la Comisión de la Cámara, se pusiese en marcha “para buscar el agua”. Esa decisión, fue un ejemplo de que “cuando se quiere, se puede, ya que en un breve lapso, se logró, con la cooperación de diferentes organismos y el empuje de unos cuantos productores, poner en funcionamiento 7 perforaciones que estaban fuera de servicio, y además se logró encauzar el río, para que incremente su caudal”. También, dan cuenta que “el problema, es que este paliativo llegó tarde para evitar las pérdidas de los cultivos y el consiguiente daño económico a los pequeños productores de esta zona. Impacto económico que no sólo los afecta a ellos, sino a toda la comunidad, ya que se disminuyen los puestos de trabajo, las posibilidades de consumo, de nuevas inversiones, de realizar los cuidados necesarios para recuperar los cultivos, etc.”. Finalmente, destacan que “no son todas malas en esta vendimia, la calidad que se está obteniendo, nos están dando vinos de excelencia, que nos hacen tener esperanzas en la nueva vendimia. La menor carga, ha facilitado la llegada de la uva a la madurez requerida y ha permitido una mayor concentración en las mismas. Los racimos más sueltos, han evitado las roturas de bayas y el inicio de podredumbre. Existen otros factores que nos afectan y que no dependen de los productores, como son la limitada cantidad de cosechadores, que dificultan la vendimia, que en nuestro medio, es casi en su totalidad, manual”.
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