Como todos los años la celebración de la Pasión de Nuestro Señor fue el momento sobresaliente de la jornada de ayer en el paraje “El Barreal” donde se erige el “Señor de la Peña”. La ceremonia la presidió el obispo Marcelo Colombo acompañado de sacerdotes y miles de fieles provenientes de Catamarca, San Juan, Mendoza y esta Provincia. En su homilía el obispo puntualizó que “el Evangelio es una palabra que quiere provocar una reacción y busca convertirnos”. Cerca de 70 mil personas se dieron cita ayer, Viernes Santo, para expresar su fe ante el rostro de Cristo marcado naturalmente en la gran roca conocida como “Señor de la Peña”, situada en “El Barreal” del departamento Arauco. Muchos de los fieles llegaron al paraje el jueves último desde distintos puntos de La Rioja y de provincias vecinas, especialmente de Catamarca, San Juan y Mendoza, para acampar en las proximidades del peñasco de 12 metros de altura. Mientras que, otros arribaron para participar de la “Celebración de la Pasión de Jesucristo”, que este año fue presidida por primera vez por el obispo monseñor Marcelo Colombo. Las actividades litúrgicas de ayer estuvieron a cargo del Consejo Coordinador de la Parroquia “Inmaculada Concepción” de Aimogasta y se iniciaron a las 8:30 con un Vía Crucis. A las 9:30 se llevó a cabo la Celebración Penitencial, seguida por un nuevo Vía Crucis. En tanto, a las 15 los devotos asistieron a la Celebración de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo; a las 17 se desarrolló un Vía Crucis; a las 20.30 se efectuó un Rosario Meditado, para continuar a las 22 con la proyección de una película y a las 23:30 se renovó el Vía Crucis. Al respecto, el padre Antonio “Tono” Fuentes comentó que “el jueves a la noche se realizó una hermosa vigilia con una gran participación de jóvenes; además, gracias al acompañamiento de mis hermanos sacerdotes hubo permanentes confesiones”. “Estamos felices porque cumplimos, viviendo y haciendo vivir la fe en Cristo que es la misión que tenemos como Iglesia; han venido tantos peregrinos al Santuario para depositar sus penas y dolores en los hombros de Jesús que es, y ha sido, el único capaz de cargar con nuestros pecados”, manifestó el párroco. Asimismo, Fuentes resaltó que “desde acá se van seguros del amor de Dios, que nos perdona y nos invita a mejorar nuestra vida y a saber compartir, sintiéndonos como hermanos en este mundo que se va haciendo cada vez más egoísta”.
DEVOCIÓN POPULAR
En un ir y venir, durante toda la jornada los promesantes se acercaron, en muchos casos con lágrimas en los ojos, al rostro tallado en la piedra que emerge en el árido paisaje para recibir su bendición y agradecer por los favores concedidos. También se arrimaron a los canales que se encuentran rodeando el peñasco para encender una vela y aguardar orando por salud, amor o trabajo, hasta que ésta se consumiera. “Hace cinco años que vengo al Señor de la Peña para pedir salud y trabajo para toda mi familia y amigos, esta es una época para reflexionar y rogar que haya menos violencia”, exclamó Daniel Reinoso, vecino de la ciudad capital. Del mismo modo, Ceferino González, también de Capital, comentó que “llegamos al santuario por primera vez para conocerlo, estoy asombrado por la dimensión de la piedra y por su perfil tan marcado, no me imaginaba que iba a haber esta cantidad de gente; además, el predio está en buenas condiciones, todo muy ordenado”.
LA PASIÓN DEL SEÑOR
Con la presencia de monseñor Marcelo Colombo se celebró, ayer a las 15, la “Pasión de Nuestro Señor Jesucristo” en la capilla construida al pie de la peñasco. Durante su homilía, el Obispo expresó que “como dice el Papa Francisco, tenemos el gusto de ser un pueblo de Dios, vibramos con el mismo espíritu que tiene un centro, un corazón, y que es Jesús de Nazaret”. “Venimos a ver al Señor en la majestuosidad de la piedra, pero sobre todo venimos a vernos en él, porque en su cruz queremos ser crucificados para renacer el próximo domingo”, subrayó. Asimismo, Colombo indicó que “el Evangelio es una palabra que quiere provocar una reacción, que busca convertirnos para que de verdad seamos discípulos de Jesús, y lo cierto es que muchas veces nosotros preferimos a los bandidos, al mal disimulado en valores negativos, en actitudes contrarias a los hermanos y optamos por formas de corrupción, de silencio y complicidad que nos hacen olvidar que hay quienes sufren y nos necesitan”.En su mensaje el Obispo Diocesano resaltó que el Evangelio no se debe mirar como un hecho del pasado, sino que debe servir para pensar cómo vivir y vibrar con Jesucristo, cómo caminar sus pasos hacia la justicia. “El Viernes Santo no es una fecha patria con un puñado de personajes, es la tragedia de la humanidad que prefiere colgar a su Dios antes que caminar con él hacia la Pascua, en esa tragedia el Señor es postergado, negado y silenciado y en base a eso todos tenemos que evocar nuestras propias incapacidades para que Jesús nos ayude a asumirlas y afrontarlas”, dijo Colombo. Luego les señaló a los fieles que “se debe volver a casa con decisiones internas fuertes y firmes sobre nuestro modo de vivir y ser, tenemos que poder dejar atrás lo que nos aparta de Dios y de nuestros hermanos, todo lo que es pecado, así debe ser nuestra pascua después de haber estado con el Señor y haberle rezado a su cruz”. “Les deseo un cambio de vida, que puedan tener en estas pascuas la experiencia de renacer en Cristo y que todo lo que desdice de él sea definitivamente eliminado, que el bien, el amor, la verdad, la justicia y la belleza se impongan por sobre todo”, finalizó el sacerdote.
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