Hace 12 años miles de riojanos alumbrábamos un proyecto político, económico y social, que cambiaría esencialmente la infraestructura del atraso que ataba a la provincia a su pasado, con nostalgias de heroísmos, y amedrentaba su porvenir con desilusiones cotidianas, por no poder realizar los sueños de cada uno.
A esa imposibilidad de forjarnos un destino, le opusimos la esperanza. El coraje, la razón y el corazón para recuperarnos como comunidad organizada, concientes de que sólo en épocas de sufrimiento y privaciones se demuestra qué nos pertenece realmente, qué nos sigue siendo fiel y no puede sernos arrebatado.
Y nos pusimos a trabajar. Primero, para merecernos la representación del Pueblo de La Rioja, el que nos ha honrado con su voto, nos ha acompañado con su compromiso, y nos ha fortalecido con su lealtad. El Pueblo que es la esencia misma de la Democracia, y en cuyo seno reside la soberanía que vuelve trascendente la política.
Después, con ese mandato legítimo, asumimos desde el principio las facultades y responsabilidades institucionales que nos competían, y en cumplimiento de nuestra Constitución, la letra madre que entiende en la causa de la sociedad libre y justa que todos anhelamos, ejercimos un gobierno cuya acción animó la organización de la comunidad en pos de crear, realizar y salvaguardar el bien común.
Así podemos hoy dar fe de lo que los riojanos hemos conseguido trabajando, proyectando, gestionando, y ejecutando un plan de provincia que nos ha servido para ir superando las dificultades, usufructuando las oportunidades, y transformando el ciclo histórico decadente que durante siglos nos ha venido condenando al estancamiento, la pobreza y la resignación.
Porque nos ocupamos principalmente de conseguir, usar y cuidar los necesarios recursos financieros, económicos y sociales para cumplir nuestros objetivos. Porque nos manejamos con inteligencia, con responsabilidad, honestamente, sin renunciar a nuestros derechos y honrando nuestras obligaciones.
Recursos que en cantidad y calidad han contribuido a atender las necesidades de miles de riojanos, y a integrarlos paulatinamente a los procesos educativos y productivos de una sociedad en crecimiento. Recursos que nos permitieron modernizar y poner en funcionamiento el Estado al servicio de la gente, con eficiencia y respuestas concretas para cada necesidad y reclamo. Recursos que nos ayudaron a desarrollar la más importante obra pública que haya conocido nuestra provincia.
Una obra pública que entendimos como la construcción social de un conjunto de bienes materiales, que son primarios y primordiales para el desarrollo individual, familiar y comunitario. Que pensamos no sólo en virtud de una necesidad determinada, sino también y principalmente, en función de un proyecto definido. Que imaginamos como una ventaja en el diseño de un proceso de crecimiento.
Y fundándonos en esta lógica hemos creado las condiciones necesarias y suficientes para asegurar un desarrollo continuo por los próximos 50 años, en una provincia donde vivir sea definitivamente un placer y un orgullo, y cada día se afiance una pertenencia, se ratifique un compromiso, se corrobore un futuro promisorio para todos, en el distrito único de la riojanidad.
La lucha sigue siendo la misma
Hoy, ante el abuso del poder, la arbitrariedad del tiempo, el despotismo de la conveniente mayoría, el exceso de los juicios, el libertinaje de las traiciones, la irresponsabilidad de los demagogos, el privilegio de la venganza y su impunidad, debemos volver a oponer la esperanza, y la lucha que sigue siendo la misma.
La Lección de Optimismo de Joaquín V. González dice que " los únicos derrotados en este mundo son los que no creen en nada, los que no conciben un ideal, los que no ven más camino que el de su casa o su negocio, y se desesperan y reniegan de sí mismos, de su Patria y de su Dios, si lo tienen, cada vez que les sale mal algún cálculo financiero o político de la matemática de su egoísmo".
Entonces, hay que abusar de la esperanza y ser generosos en la lucha. Hay que seguir creyendo que podemos volver al camino del trabajo, de la construcción, del esfuerzo compartido, de la solidaridad.
Precisamente hoy, cuando recordamos este aniversario, nos predisponemos a recrear este sentimiento: que juntos, con un nuevo horizonte político, con hombres que reconocemos por su trayectoria, con los que ya construimos aquel primer proyecto, hombres que son representativos del anhelo popular de vivir mejor en una provincia grande, podemos consolidar a La Rioja como " una región superior donde se confortan los corazones, se hermanan todos los ideales, se combinan todas las fuerzas, se funden y convierten en afectos todos los rencores.
Que encarna lo más precioso que tenemos y debe sernos más querido. Que es la depositaria de las tradiciones sagradas, de las esperanzas inviolables, de los recuerdos gloriosos. Que es lo que persiste a través de los tiempos, sobrevive a todas las individualidades; es lo que puede unirnos y por lo cual podemos sacrificarnos", como también lo vislumbró nuestro gran pensador.
Creo firmemente que las oportunidades no se han vencido. Que están intactas las posibilidades para que todos los riojanos completemos la tarea que nos viene ocupando desde aquel 14 de Mayo de 1995. Hicimos mucho, muchísimo más de lo que unos pocos quieren aceptar, pero nos queda aún un largo trecho por recorrer.
Por mi parte, humildemente, me ofrezco para trabajar como uno más, con todas mis ganas, como siempre lo hice, por La Rioja y por el Pueblo Riojano, a quien pido perdón por lo que no pude cumplir, y a quien agradezco con todo mi corazón por todo lo que me ha dado".
Angel Eduardo Maza. Ex gobernador 1995 - 1999 , 1999 - 2003, 2003 - destituido el 13 de marzo de 2007 -
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