Frente a este panorama, Educación elaboró junto a distintos actores del sistema, un proyecto de ley en donde quedarán unificadas no sólo las sanciones a ser aplicadas ante determinadas situaciones sino los derechos, deberes y obligaciones de los distintos agentes. "En este código queda muy claro que el alumno es un sujeto de derecho y que más allá de su conducta nunca el joven puede dejar de recibir educación, que es un derecho fundamental", manifestó Ahumada. Ahumada dijo que el espíritu del Código es "democrático y está adaptado a la época"; en este sentido es "participativo y fundamentalmente busca posicionar al alumno como un sujeto con deberes pero también con derechos, por lo que no se pueden realizar imposiciones arbitrarias sin antes contemplar el contexto", comentó.El Código de Convivencia apunta a facilitar la búsqueda de consenso a través del diálogo para el reconocimiento, abordaje y resolución de los conflictos; generar las condiciones institucionales necesarias para garantizar la trayectoria escolar de los jóvenes, aplicando un criterio inclusivo y posibilitar la formación de los estudiantes en las prácticas de la ciudadanía democrática, mediante la participación responsable en la construcción de una convivencia armónica en los establecimientos educativos. Ahumada dijo que las sanciones que establecerá el Código, una vez convertido en ley, buscan enseñar no castigar. "Las sanciones tiene que tener un fin pedagógico, dejar una enseñanza. Quizás la falta del alumnos sea gravísima pero la escuela debe evitar ser expulsora. El joven nunca puede dejar de recibir educación", subrayó. La funcionaria dijo que el Código se ajusta a la legislación vigente en materia de derecho infantil. La funcionaria explicó que este sistema normativo apunta a generar "una convivencia escolar basada en el diálogo, las relaciones humanas y en el entendimiento de la realidad del joven en la actualidad". La norma propone como criterios de aplicación el análisis y reflexión sobre situaciones conflictivas y sus causas y posibilidades de prevención, la contextualización de las transgresiones, el respeto irrestricto a la dignidad de las personas, el reconocimiento y reparación del daño u ofensa a personas y/o bienes de la escuela o miembro de la comunidad educativa por parte de la persona y/o grupos responsables. "Debemos pensar que en una sociedad tan violenta, los jóvenes son víctimas de todos estos mensajes. La escuela tiene que enseñar, educar para la urbanidad. En estos tiempos de crisis, hay muchas cosas que ya no se consideran una grosería. La escuela siempre tiene que buscar el diálogo", reflexionó. El Código de Convivencia propone, entre otras cosas, que las decisiones respecto a las sanciones no queden en manos del directivo sino que sean tomadas por un equipo de docentes. "Con este sistema el docente ya no está sólo para tomar decisiones, sino que tiene que realizar consultas. Muchas veces los docentes piden sanciones severas, peor cuando piden que se involucren, que brinden su testimonio, manifiestan que no quieren tener problemas, evitan el compromiso. Ahora todos vamos a ser responsables", enfatizó. Para viabilizar este objetivo el Código de Convivencia propone la creación de un Consejo de Convivencia Escolar como organismo colegiado, integrado por el Equipo Directivo y los distintos sectores de la comunidad educativa.
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