La posibilidad de que el gobierno local disponga alguna nueva recomposición salarial para los trebajadores públicos parece lejana. Es mas, casi imposible. ¿Señales?: sobran. El anuncio del incremento sobre las asignaciones familiares que oscilaron entre los 10 y 20 pesos es una muestra concreta de la decisión del Ejecutivo de no elevar el gasto salarial y priorizar otras cuestiones que hacen al funcionamiento del Estado. De hecho, en la agenda del gobierno provincial el tema salarial no aparece incluído para el último cuatrimestre del año. Allí se ubican, casi por orden de prioridad, conseguir que la Nación le asigne 400 millones de pesos extras en el presupuesto nacional 2009, que continúe financiando obras publicas escenciales como viviendas, escuelas y caminos y que prorrogue los vencimientos de los beneficios de la promoción industrial de la que dependen mas de 10 mil familias de modo directo. No es poca cosa. Es una tarea política e institucional enorme que la administración bederista, especialmente el gobernador, tendrán por delante en cuatro meses definitorios para el futuro inmediato de La Rioja. En ese contexto, bajo la incertidumbre de no saber los resultados de las gestiones, comprometer o prometer un nuevo aumento salarial para los estatales, docentes incluídos, parece temerario. Mas allá de la asfixiante realidad que atraviesan los estatales, que reclaman con razón un incremento que se torna absolutamente necesario para sacarlos debajo de la línea de pobreza en la que sobreviven a duras penas, con sueldos inferiores a 1.000 pesos "quincenita en negro" incluída. Según fuentes cercanas al gobernador, Beder Herrera tendría previsto decidir un fuerte aumento salarial para los estatales pero en el primer trimestre de 2009, y siempre y cuando la presidente Cristina Kirchner acceda a incluir en el presupuesto nacional los 400 millones de pesos reclamados. En la práctica,significarán 80 millones de pesos del total que La Rioja recibirá este año por fuera de la coparticipación federal de impuestos. Una cifra que le permitiría al primer mandatario afrontar un incremento de sueldos mas o menos holgado en un año mas o menos clave: el 2009 es electoral, se eligen diputados y concejales y el bederismo necesitará triunfos para conservar la balanza del poder inclinada hacia su favor. Mientras tanto, las fuentes consultadas por Riojavirtual dijeron que el gobierno intentará "mantener contenidos" -suena a "distraidos"- a los sindicatos y los convocará a la mesa de la concertación para discutir como modificar el estatuto escalafón, una política de recategorizaciones a futuro y otras particularidades del empleo público, que no tengan impacto financiero durante los próximos 120 días. Habrá que ver si los gremios -especialmente los mas díscolos- aceptan la propuesta y el juego a largo plazo. Y habrá que ver como reacciona la AMP de Rogelio De Leonardi, que desde el 5 de setiembre promete iniciar un plan de lucha por la otra porción del aumento sobre el salario básico. Ese tema es el que mas preocupa al gobierno local. Es que, aunque la Nación ponga los fondos sin afectar la caja provincial, otro aumento docente provocará un efecto dominó de bronca en el resto de los sindicatos. Y entonces, la tarea de "contención" (distracción) será mas dificultosa para el Ejecutivo.
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