Cuando el grupo inversor brasilero Bom Retiro compró lo que quedaba de la ex curtiembre Yoma, lo hizo bajo dos condiciones: que la Nación le conceda beneficios de la promoción industrial y quen la provincia le construya la planta de tratamiento de los efluentes, todo un problema por su alto nivel de contaminación. La promoción ya salió. La planta, aún no. En ese sentido, el secretario de Obras Públicas, Fernando Cárbel, expresó que estuvo reunido con el titular de la cartera de Ambiente de la Nación, Homero Bibiloni, porque en los próximos días saldrán los avisos correspondientes al llamado a licitación para la primera etapa de la planta de tratamiento de efluentes de la curtiembre de Nonogasta y manifestó se pidió el asesoramiento técnico para el control de los trabajos una vez que comiencen las obras. Cárbel destacó que se trata de la primera etapa, que demandará una inversión de casi 11 millones de pesos y concretamente está destinada al tratamiento y mitigación del olor, el separado de la parte orgánica y el agua sin residuos. Las etapas posteriores apuntarán a separar el cromo para su reutilización y el uso del agua para riego. El titular de Obras Públicas precisó que esta primera etapa es la más costosa, porque incluye el uso de maquinaria y tecnología en gran escala, mientras que las restantes etapas, que se comenzarán una vez concluida la primera, son más acotadas en precio. Con esta licitación se comienza a cumplir con lo acordado con la empresa para facilitar su radicación, que era que el gobierno provincial, con el apoyo de la Nación, se hiciera cargo de la planta de tratamiento de efluentes.
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