Alejandro Catterberg es director de Poliarquía, la única consultora que acertó los resultados en Buenos Aires y en la ciudad; evaluó el mapa que se delinea tras la derrota de Kirchner. Poliarquía Consultores, que en último tramo de la campaña realizó una serie de estudios de intención de voto y fue la única empresa que acertó los resultados en la provincia de Buenos Aires y la ciudad. Alejandro Catterberg, uno de sus directores, evaluó el escenario que comenzó a delinearse ayer a partir de la dura derrota que sufrió el Gobierno. "Claramente se plasmó en los votos un cambio de humor social que se venía viendo desde hace un año y medio. La sociedad dejó de ser optimista y empezó a notarse el malhumor de la sociedad. En este cambio influyeron el enfriamiento de la economía, el aumento de la inflación y en 2008 por la reacción de los Kirchner a la crisis con el campo y la crisis financiera internacional. El malhumor que había y el rechazo a toda la gestión quedaron plasmados en votos a lo largo de todo el país. "Kirchner decidió apostar fuerte, candidatearse cuando no era necesario y plantear la elección legislativa casi como un plebiscito de gestión. La jugada fuerte le salió mal. El kirchnerismo y el PJ perdieron en las principales provincias del país. Fue una derrota fuerte. Sobre los pronósticos de Poliarquía, afirmó: "Mantuvimos un rigor metodológico, seguir el método y tomar todos los recaudos necesarios. Sabíamos que esta era una campaña reñida y nunca vimos una diferencia de ocho o diez puntos, como sugirieron otras encuestas".
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