lunes, 14 de diciembre de 2009

BEDER HERRERA JUNTO A UN PEQUEÑO GRUPO DE GOBERNADORES CONSIGUEN CONSERVAR EL CONTROL DE SUS LEGISLATURAS.

Como contracara de lo que sucede en la mitad del país, un pequeño grupo de gobernadores consiguen conservar el control político de sus legislaturas y garantizar, con mayor o menor suerte, un trámite favorable a los proyectos que envíen los gobernadores. En algunos casos, incluso, sus mayorías son apabullantes y surgieron después de modificar el sistema electoral en sus distritos. En La Rioja, el gobernador kirchnerista Luis Beder Herrera disfrutará por primera vez, después de reformar la Constitución provincial, de una legislatura de 36 miembros, en lugar de los 23 que existieron hasta el recambio del 10 de diciembre. Para el gobernador riojano, aliado a la administración nacional, no habrá conflictos potenciales de gobernabilidad, ya que tiene una mayoría aplastante: del total de los miembros del cuerpo, 32 son oficialistas y apenas cuatro opositores. Esa amplitud le permite, además, no temer la exposición junto a Kirchner, a quien algunos mandatarios intentar rehuir: hace veinte días acompañó al ex presidente y actual diputado nacional en un acto en Comodoro Rivadavia, que significó su reaparición luego de que definiera reasumir al frente del Partido Justicialista. En Santa Cruz, los números también son holgados. Daniel Peralta heredó de Néstor Kirchner las bases de una ingeniería electoral –inspirada en el modelo alemán– que incluye la figura de “diputado por pueblo” que, en la práctica, demolió la proporcionalidad en la Legislatura y el acceso de las minorías a las bancas para la definición de la legislación provincial. Por eso, Peralta podrá continuar gobernando con una legislatura de 24 bancas en 20 de las cuales tiene sentados a diputados del Frente para la Victoria. Esa posición cómoda, no obstante, no impidió que Peralta tuviera el último año varios sobresaltos derivados de rencillas internas en el partido de gobierno, justo cuando la provincia precisaba autorización para tomar deuda y hacer frente a un elevado rojo financiero. Una postal más afín al oficialismo se observa en San Luis. En la Cámara de Diputados provincial responden al puntano y dirigente del PJ díscolo Alberto Rodríguez Saá 34 de los 44 legisladores. Y, en el Senado, los nueve miembros del cuerpo, sin voz opositora, pertenecen al PJ. Pero en sintonía con la Casa Rosada, habrá once gobernadores que empezarán el año sin mayorías automáticas en sus Legislaturas. Con este panorama adverso, hasta que finalicen su mandato les resultará más complicado aprobar presupuestos y leyes de gestión, y deberán lidiar con una oposición fortalecida que pretenderá fijar agenda local propia. A lo largo del año, doce distritos –de los 24 a nivel nacional– fueron a comicios provinciales para elegir nuevos diputados y senadores. Como resultado poco habitual en el interior, donde los mandatarios suelen conquistar mayorías legislativas aplastantes, seis gobernadores no lograron dominar sus cámaras. En ese escenario, se inscriben Buenos Aires, Capital, Mendoza, Corrientes, Chaco y Jujuy.A pesar de no haber renovado bancas en esta tanda, a ese paisaje hostil se suman los casos de Río Negro, Neuquén y Entre Ríos, donde los oficialismos, que tenían el control parlamentario, ahora registran fisuras internas que dificultan la administración. Y, desde hace dos años, ya contaban con parlamentos díscolos Santa Fe y Tierra del Fuego. El terruño de Daniel Scioli será de los más agitados hasta 2011. Con la derrota electoral del 28 de junio, el gobernador perdió la mayoría en ambos cuerpos: pasó de tener de 32 a 19 senadores, y de 55 a 42 diputados. Con las cuentas en rojo y un gabinete que tiembla, el ex motonauta necesitará de alianzas para avalar medidas económicas cruciales. “Venía mal acostumbrado. Tenía dos tercios en las dos cámaras, o sea, el número especial que se necesita para sancionar leyes de endeudamiento y tratar proyectos sobre tablas, sin dictamen previo”, dijo a Crítica de la Argentina el jefe del bloque de la Coalición Cívica provincial, Walter Martello. También de la Legislatura dependerá el talón de Aquiles de su gobierno: está pendiente de tratamiento un polémico paquete de iniciativas para combatir la inseguridad. En cambio, desde el oficialismo, relativizaron a este diario el impacto político del recambio y dan por descontado que peronistas disidentes –con los que mantienen negociaciones– los acompañarán con su voto en ciertas iniciativas. En la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri deberá lidiar con una Legislatura menos afín que en los dos primeros años de mandato. Tras renovar 30 de los 60 escaños, el PRO seguirá teniendo un bloque de 26 miembros, a cinco de la mayoría. ¿Qué cambiará? El arco opositor se perfila más combativo ya que los nuevos legisladores son menos proclives a sellar pactos con el macrismo. A esta postura adscriben los nueve diputados de Proyecto Sur –que responden a Fernando “Pino” Solanas–, los nueve del Acuerdo Cívico y Social, los diez kirchneristas y los cinco de la bancada que reporta a Aníbal Ibarra. “Estamos construyendo la unidad de la oposición para recuperar la inversión en las políticas públicas. Vamos a ser un espacio de control y propositivo”, dijo a este diario el legislador K Francisco “Tino” Nenna.En tierra cuyana, el claro triunfo del sector del vicepresidente Julio Cobos en las elecciones pasadas, ensombreció la situación del gobernador Celso Jaque. Si bien ya enfrentaba una relación complicada con la Legislatura mendocina, el panorama será tenso estos dos años porque no cuenta con mayoría en ninguna de las cámaras. En Diputados, sólo cosecha 15 legisladores K –de un total de 48– y se ve forzado a buscar los más disímiles acuerdos: por ejemplo, para que lo autorizaran a endeudarse por 420 millones de pesos, debió recurrir al liberal Partido Demócrata. En tanto, es un enigma hacia dónde disparará la nueva Legislatura correntina. El radical Ricardo Colombi todavía recuenta porotos. Es que llegó al poder de la mano de la UCR, pero un repentino alineamiento con Néstor Kirchner a poco de asumir distanció a algunos correligionarios. Tampoco se sabe qué respaldo real le darán los peronistas. Por otro lado, el gobernador saliente, su primo y adversario Arturo, negocia el apoyo de los legisladores que aún le responden, según confiaron en su entorno a este diario. De hecho, por un acuerdo político, antes de irse prorrogó las sesiones ordinarias hasta el viernes próximo, con el fin de que se aprobara un proyecto pedido por Ricardo, que le permite refinanciar deuda provincial. A cambio, el actual mandatario accedería a avalar el pliego del actual fiscal de Estado, Fernando Carbajal, para ser ministro del Superior Tribunal de Justicia. El chaqueño Jorge Capitanich ya se hizo experto en un Poder Legislativo adverso. Desde que asumió, en 2007, nunca pudo quebrar la oposición parlamentaria de la UCR. Después del 10 de diciembre, en la Cámara de Diputados hay un score de paridad con 16 bancas para cada bando. En una jugada controvertida, el gobierno provincial pactó con un sector del radicalismo para colocar al correligionario Juan José Bergia como presidente del cuerpo. Ese día, el 1 de diciembre, la “borocotización” del diputado generó un escándalo en el que volaron palos y sillas en la sesión preparatoria. En Jujuy, el peronista Walter Barrionuevo no gozará de un amplio respaldo. En la Legislatura, cuenta con una tropa de 22, contra los 24 que enrola el resto opositor. Nada mejor la pasarán en tres provincias donde, a pesar de que no hubo renovación de bancas, los gobernadores sí estrenaron fisuras internas. En Preocupados. La cercanía con el gobierno de los Kirchner ya no les garantiza a los gobernadores oxígeno en sus cuentas provinciales ni control sobre los legisladores que deben apoyar las políticas de gestión. critica de la argentina Impopular y desgastada Lunes 14 de diciembre de 2009 3 Ésa fue la caracterización que realizó la diputada del GEN Margarita Stolbizer sobre la gestión de Cristina Kirchner en el Gobierno. Abismo El economista Jorge Todesca planteó que la desigualdad entre el norte y el sur porteño es “abismal”. Río Negro, el radical K Miguel Saiz no tiene mayoría propia y, encima, después de las elecciones de junio, varios legisladores se le rebelaron y ya no comparten su apoyo incondicional a los Kirchner ni su plan de impulsar una reforma constitucional para buscar su re-reelección en 2011. En Entre Ríos, el kirchnerista Sergio Urribarri tiene mayoría en ambas cámaras, pero las disputas hacia adentro del oficialismo –sobre todo acicateadas por su rivalidad con el ex gobernador y actual presidente de la Cámara baja, Jorge Busti– le generan problemas. Y, en Neuquén, Jorge Sapag tiene un bloque de 15 miembros y tres aliados en la Legislatura sobre un total de 35. Pero, en el último tiempo, tres diputados del sector petrolero se escindieron y lanzaron su propio espacio. Con este nuevo mapa, la mitad de los gobernadores ya pergeña cómo pilotear dos años con turbulencias.

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